Segundo poemario de Yolanda Westphalen bajo el sello La Rama Florida. (Foto: Bereniz Tello)
El libro de la semana es una publicación realizada por uno de los editores presentes en la exposición “La página blanca entre el signo y el latido” de la Casa de la Literatura, nos referimos a Objetos enajenados (1971), el segundo poemario de Yolanda Westphalen (1925-2011), editado por Javier Sologuren en su sello La Rama Florida.
Por Manuel Barrós, Biblioteca Mario Vargas Llosa
Objetos enajenados puede ser visto como un compendio poético de los símbolos cotidianos de la existencia. Zapatos, botellas, cigarros o la propia ilusión del silencio conforman parte de esas huellas y signos corpóreos que constituyen el centro del libro. Por ello, en el transcurso de los poemas, encontramos a la autora en sus momentos más personales: recostada en un cojín, contemplando un espejo, indagando una maleta u oscureciéndose ante una lámpara.
El espectáculo de los objetos y el lenguaje de su paulatino descubrimiento concentran los aspectos más fenoménicos del texto. De ahí que el título sea acertado y revelador, pues desde un inicio nos advierte su trama poética. Frente al extrañamiento inicial que algunos objetos le causaron, la autora optó por atesorar el recuerdo o la experiencia en el registro textual, ya que estos objetos son, ante todo, objetos del lenguaje.
A nivel de estilo, el lirismo de Westphalen oscila entre ciertos motivos temáticos y un leve juego de imágenes. Aunque hay ciertos fraseos que bordean lo surrealista, no llega a serlo, pero tampoco busca —aunque algunos pasajes lo sugieran— lo conversacional. Yolanda escribe desde un emotivo minimalismo con una cotidianidad que también se expresa en algunos usos del lenguaje: “huachitos de lotería”, por ejemplo. De manera muy personal, la autora también nos plantea ciertos espacios y encuentros verbales, como cuando en el segundo poema dice los cuerpos posibles “son objetos sidos”.
Por otra parte, no hay mucha presencia del erotismo o la sexualidad como tampoco hay una preocupación por problematizar lo femenino. La poeta desatiende la cuestión del género para priorizar la condición de su especie y, como tal, su capacidad lírica toma fuerza en el asombro del lenguaje. Enérgica o desahuciada, vertiginosa o complacida, lo táctil y la sensación de lo palpable nos revelan la exploración interior de la autora.
De cierta manera, Westphalen se despersonaliza frente a los objetos. Ellos son los protagonistas y ante ellos se aviene —en el libro— la vida. Entrañada en su propia realidad más personal e inmediata, la poeta se encuentra a sí misma “visualizando los enigmas” en cada ente próximo. Mejor dicho, proyectando las propias intrigas y viéndose en los propios objetos y sus significaciones:
el hombre-presa desvélanse mil estrellas
en la oscuridad
que va dejando desnudo el sueño
y va poblando de rencor
las miradas del hombre
las cuales crecen verticalmente
hasta arrancar con sus dientes
el furor de la tormenta
El sol baja silencioso
las escaleras del trueno
que conducen al vacío
de un horizonte
hipotético
y el hombre solo
y el tropel de hombres cercándolo
negra su piel
negro su rencor
negro su miedo
y blanco el círculo de cáñamo
que lo aprisiona
en la negra oscuridad del día
—avergonzado de su luz—
avaro de volverse noche
de ignorar entre sus sombras
la cacería del hombre contra el hombre
el fusil el látigo la jauría se imponen
y el día da la vuelta al mundo
y se posesiona esplendoroso
de la cumbre solitaria
de ébano
de esa noche incandescente
de esa noche hecha de vergüenza
de esa noche
vecina
cálida
doliente
que cada día resucita en la clandestina tolerancia
de nuestras manos sordas
silenciadas en agua tibia
y perfumadas con jabón amortajado con flores de lavanda
Puedes acceder a este libro en nuestra Biblioteca Mario Vargas Llosa, (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima), en el horario de martes a domingo de 10 a.m. a 7 p.m., solo con tu DNI.
El domingo 18 de diciembre, a las 5:30 p.m., el coro infantil Paco Yunque, dirigido por el cantante Piero Bustos, realizará una presentación especial por Navidad en el auditorio de la Casa de la Literatura (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima). El ingreso es libre.
Los niños y niñas de entre 8 y 13 años cantarán temas navideños, algunos de ellos de compositores y cantautores peruanos, como “Festejo de Navidad”, “Lavado con noche”, entre otros.
El coro Paco Yunque de la Casa de la Literatura espacio donde los niños aprenden a sociabilizar con sus compañeros sobre la base de la responsabilidad para desarrollar su universo vocal, a través de las técnicas elementales del arte del canto.
Relicario del siglo XIV en exhibición en el Metropolitan Museum New York.
Compartimos a continuación la lista de personas seleccionadas para el taller Pedagogías poéticas: relicarios digitales, a cargo del investigador Javier Suárez. La actividad se realizará del miércoles 14 al viernes 16 de diciembre, de 5:00 a 8:00 p.m., en la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima).
El miércoles 14 de diciembre, a las 7:30 p.m., en el auditorio de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima), el autor del FCE, poeta y editor mexicano Luis Felipe Fabre brindará la conferencia Salvador Novo y Jorge Eduardo Eielson: Poemas borrados y cuerpos escritos. El ingreso es libre.
Las obras poéticas de Salvador Novo (Ciudad de México, 1904-1974) y de Jorge Eduardo Eielson (Lima, 1924 – Milán, 2006) comparten la terrible certeza de que el “Poema”, en su concepción moderna, constata la imposibilidad de la poesía. Entre Novo y Eielson, Luis Felipe Fabre descubre entrecruzamientos, paralelismos y divergencias que atañen a la performance del cuerpo y la poesía: en definitiva, un correlato cómplice.
Por ejemplo, señala el conferencista, en “La renovación imposible”, Novo desperdicia la poesía: “Y luego el espejo hiperbólico / y los ojos ¡todo, poeta! / ¡al cesto! / Mas ¿el cesto…?”; mientras que Eielson, en el poema final de Mutatis mutandis, arroja la escritura a la nada: “borro palabras nuevamente / borro pájaros hojas secas viento / borro todo por fin / no escribo nada”.
Luis Felipe Fabre, invitado internacional de fin de año del Fondo de Cultura Económica, llega a Lima tras participar como ponente en el Hay Festival de Arequipa.
Sobre Luis Felipe Fabre (México, 1974)
Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Salamanca. Es poeta, ensayista, traductor, editor de la revista de arte contemporáneo Galleta China, y Académico de la Universidad Iberoamericana.
Ha publicado las siguientes obras: Vida quieta (México, Publicaciones del Museo de la ciudad de México, 2000); Una temporada en el Mictlán (México, Mantarraya ediciones, 2003); Leyendo agujeros: ensayos sobre (des)escritura, antiescritura y no escritura (México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2005); Cabaret Provenza (México, Fondo de Cultura Económica, 2007); La sodomía en la Nueva España (Valencia, Pre-Textos, 2010); Poemas de terror y misterio (México, Almadía, 2013), y editado, entre otras obras, La edad de oro. Antología de poesía mexicana actual (México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2012).
La charla brindará pautas para la conservación de libros sin un alto coste económico. (Foto: Bereniz Tello)
El viernes 9 de diciembre, a las 7 p.m., se realizará una charla sobre orientaciones en el cuidado de libros nuevos o antiguos, a cargo de Yolanda Romero, conservadora de la Biblioteca España de las Artes del Centro Cultural de la UNMSM. El conversatorio será en la Sala Embajadores de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima). Ingreso libre.
El libro siempre es un objeto de conservación, desde el papel, las tintas, la encuadernación, sus técnicas, sus características, su degradación así como las maneras de prolongar su uso.
Por ello, la charla informativa Conservación de libros abordará una breve descripción del libro, las causas de su deterioro, la limpieza superficial. Se explicarán algunos procesos de restauración, el almacenaje y, por último, se brindarán prácticos tips para el cuidado de libros sin un alto coste económico, con el fin extender la vida de los materiales bibliográficos.
El conversatorio, organizado por el equipo de Biblioteca, promueve de esta manera la labor que realizan los profesionales de la conservación y restauración de libros en las bibliotecas, archivos, museos o centros culturales.
El libro, aunque académico, tiene mucho de ensayo personal. (Foto: Bereniz Tello)
La Biblioteca Mario Vargas Llosa de la Casa de la Literatura (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima) reseña el último estudio publicado sobre la obra de la poetisa Blanca Varela: El más crudo invierno. Notas a un poema de Blanca Varela de Mario Montalbetti (Lima, 1953). El libro fue publicado en el marco del congreso dedicado a Blanca Varela y se presentó una semana después en nuestra sede.
Por Manuel Barrós Alcántara, Biblioteca Mario Vargas Llosa
El libro es un estudio sobre el tercer poema de Concierto animal (1999). Partiendo del primer verso, Montalbetti desentraña los mecanismos y recursos con los que Varela elaboró dicho poema. El autor no se pregunta ¿qué es la poesía?, sino ¿qué tanto de poesía hay en este enigmático poema? O como él mismo afirma: “observar el extraño y maravilloso espectáculo de un poema convirtiéndose en lo que es”.
Aunque académico, el libro tiene mucho de ensayo personal, encontrando siempre maneras de distanciarse —y, de paso, criticar— el habitual tono clínico de la crítica literaria. Si bien el autor lo subtitula de notas, el corpus de apuntes del libro comprende una serie, no siempre concatenada, de chispazos y fundamentadas intuiciones con las que las partes del poema son analizadas. Ellos se hilvanan en el análisis y deconstrucción que permiten una reaproximación al poema mismo. Siguiendo la anécdota de Max Jacob, Montalbetti comienza por “romper el poema”, pues es así como, intuye, llegará a comprenderlo mejor. En verdad, el autor procede con una lógica del desmembramiento.
¿Cómo lo hace? Rastrea todos los indicios que Varela deja en el poema, buscando las posibilidades interpretativas que el signo le sugiere. Desestructura, contrapone y reorganiza los usos del lenguaje y giros textuales que generan, además de un extrañamiento en el lector, espacios y posibilidades de interpretación. Montalbetti nos recuerda el propio cambio en los horizontes poéticos que Blanca hizo en los últimos años de vida: de la retórica juvenil —“una poesía de la metáfora”— a una actitud de “desvergüenza y desnudez” frente al lenguaje. Es esta la literalidad, el golpe seco de las palabras sin retórica, que se despliega en el texto.
El autor identifica tres recursos con los que Blanca construye su poema: la agramaticalidad, el ripio y el símil. Con ellos la poeta enhebra sus propios límites de la existencia, el deseo y lo inefable, brindándole a Mario ciertos “periodos de sentido”, algunas orientaciones que el Montalbetti reinterpreta constantemente a lo largo del libro. Partiendo de los propios cimientos, reconoce en el poema la condición de lenguaje sobre lenguaje, pues es en los límites del mismo donde las partes adquieren un sentido conjunto. Así, frente al decidido sinsentido verbal de “la no mía cabeza”, la aparente banalidad de un verso trillado “el más crudo invierno” y el dirigido símil “mi cabeza como una gran canasta”, el poema de Blanca es, ante todo, “una suspensión de la lengua”. En buena cuenta, las formas de irrumpir desde el lenguaje al lenguaje mismo. Por eso, el poema se presenta como tal, aunque, simultáneamente, pareciera no serlo.
Si bien establece los fundamentos textuales de la composición del poema, el libro de Montalbetti es una invitación a la lectura. Y como tal, resulta saludable que se estudie la poesía más allá de los moldes habituales de la crítica literaria: como un ejercicio de las propias facultades analíticas. En el autor, éstas confluyen en el manejo de un gran repertorio crítico. A lo largo del estudio, presenciamos el despliegue de un aparato teórico —psicoanálisis, lingüística, teología, teoría literaria— con el que Montalbetti ahonda en las complejidades técnicas del poema. Pero su principal rasgo es sintetizarlas a todas ellas en un texto lleno de metáforas, un anecdotario literario tanto nacional como extranjero y las encausadas referencias poéticas. Es decir, analiza un poema desde los propios pliegues de los que se hace la literatura y, también, la poesía.
Por todo ello, el libro es un ensayo revelador de la poesía de Blanca y un revelador ensayo de los grados de alcance que el autor tiene frente al hecho poético. Montalbetti nos sugiere que ningún poema es totalmente inapelable, pues es así como se nos revela el texto y los alcances de sus indagaciones. En el camino de su inquietud —algo lúdica y detectivesca—, el autor halla en un texto de Blanca Varela las formas que la poesía encuentra para llegar a (no) ser poema:
mi cabeza como una gran canasta
lleva su pesca
deja pasar el agua mi cabeza
mi cabeza dentro de otra cabeza
y más adentro aún
la no mía cabeza
mi cabeza llena de agua
de rumores y ruinas
seca sus negras cavidades
bajo un sol semivivo
mi cabeza en el más crudo invierno
dentro de otra cabeza
retoña
La ceremonia de premiación se realizó el 30 de noviembre de 2016. (Foto: Bereniz Tello)
La Biblioteca Mario Vargas Llosa de la Casa de la Literatura premió a los autores de los textos ganadores del Primer Concurso de Microrrelatos Bibliotecuento, quienes recibieron un paquete de libros literarios y un diploma de reconocimiento.
El concurso se realizó con el fin de valorar el papel de las bibliotecas como espacios de lectura, de aprendizaje y de desarrollo de la creatividad, así como fomentar la escritura creativa.
Se recibieron 364 microrrelatos de diversas partes del Perú: Lima, Lambayeque, La Libertad, Junín, Piura, Arequipa, Puno, Áncash, Cajamarca, Ica, Cusco, Loreto, San Martín, Huancavelica y Tacna. En la mayoría de ellos, una biblioteca siempre fue el espacio de la ficción.
El jurado estuvo conformado Javier de Taboada, investigador de la Casa de la Literatura; Lilian Maura, decana actual del Colegio de Bibliotecólogos del Perú; Rebeca Urbina, mediadora de lectura de la Casa de la Literatura; Dany Doria Rodas, representante de la revista Plesiosaurio, primera revista de ficción breve peruana, y Ronald Callapiña, voluntario literario de la Biblioteca Mario Vargas Llosa.
El concurso tuvo dos categorías de premiación: los dos mejores microrrelatos, elegidos por el jurado calificador, más tres menciones honrosas y el microrrelato más popular seleccionado por nuestros usuarios del Facebook. Los resultados del Primer Concurso de Microrrelatos Bibliotecuento son los siguientes:
A. Categoría por evaluación del jurado calificador
Primer Puesto:
Microrrelato “Metamorfosis en la biblioteca”
Seudónimo: Flor Silvestre
Autor: Luis Eduardo Vivero Peña
Ciudad: Lima
Bebetecas busca fortalecer la relación entre madres, padres y recién nacidos. (Foto: Bereniz Tello)
Los domingos 4 y 11 de diciembre, a las 11:00 a.m., en la Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima), el programa Bebetecas presentará su propuesta dirigida a niñas y niños hasta los 3 años de edad. Ingreso libre.
Con la participación de los voluntarios del programa Abuelas y Abuelos Cuentacuentos de la Casa de la Literatura y la coordinación de la promotora de lectura Silvia Meza, el programa Bebetecas busca fortalecer la relación entre madres, padres y recién nacidos, a través de cantos, arrullos, poemas y cuentos de nuestra tradición oral y de la literatura infantil.
Actualmente el programa Bebetecas se desarrolla en el Instituto Nacional Materno Perinatal (Maternidad de Lima) y busca replicarse en otras instituciones de la capital.
Durante cada sesión las Abuelas y Abuelos Cuentacuentos presentarán las canciones seleccionadas y luego invitarán a las madres y padres que canten dirigiéndose a sus niños. Asimismo, se dejará que los usuarios exploren libremente los libros de la sala y mientras lo hacen las mediadoras podrán absolver sus consultas.
Todas las actividades de la Casa de la Literatura son de ingreso libre.
En el último mes del año, la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima) presenta diversas actividades con ingreso libre. Tenemos una Feria del Libro Viejo, continúan los recorridos literarios en el Centro de Lima, se mostrarán los avances para el desarrollo de un catálogo virtual de bibliotecas, podrás leer historias de aventuras al aire libre y el coro Paco Yunque nos deleitará con cantos navideños.
Los libreros del jirón Amazonas participarán en una nueva edición de la Feria del Libro Viejo, en ella encontrarán una buena cantidad de libros de literatura y humanidades.
Fecha: sábado 3ydomingo 4 de diciembre, de 10:00 a.m. a 7:00 p.m.
Lugar: hall posterior de la Biblioteca Mario Vargas Llosa
Nuevo recorrido del Mapa Literario en el que se buscará las huellas de imprentas, editoriales y librerías en el Centro de Lima desde sus orígenes hasta el siglo XX.
Fecha: sábados 3 y 10 de diciembre, de 10:00 a.m. a 1:00 p.m.
Punto de encuentro: Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima).
Con la participación de los voluntarios del programa Abuelas y Abuelos Cuentacuentos de la Casa de la Literatura, el programa Bebetecas busca fortalecer la relación entre madres, padres y recién nacidos.
Fecha: domingos 4 y 11 de diciembre, a las 11:00 a.m.
Lugar: Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo
El coro Paco Yunque de la Casa de la Literatura, dirigido por el cantante Piero Bustos, presentará un repertorio especial con motivo de la Navidad.
Fecha: domingo 18, a las 5:30 p.m.
Lugar: auditorio
Biblioconversatorio: Experiencias de trabajo con el sistema Koha en bibliotecas
Se mostrarán los avances de experiencias de trabajo con el sistema Koha en bibliotecas. Participa el Equipo de Biblioteca de la Casa de la Literatura y otras bibliotecas invitadas que utilizan el sistema para el desarrollo de su catálogo virtual.
Fecha: domingo 18, a las 3:00 p.m.
Lugar: auditorio
Lectura al aire libre: Libros de aventura
Habilitaremos, en nuestro frontis, un área con mesas, sillas, alfombras y cojines recreando un espacio cómodo para la lectura en familia, también tendrán a disposición libros de aventuras que serán presentados por las mediadoras de lectura de la Sala Cota Carvallo.
Fecha: domingo 18, de 4:00 a 5:30 p.m.
Lugar: frontis de la Casa de la Literatura
El libro es el primer intento de historiar la presencia de los traductores en el Perú (Foto: Bereniz Tello)
La Biblioteca Mario Vargas Llosa de la Casa de la Literatura destaca como publicación de la semana a Breve historia de la traducción en el Perú, del poeta, traductor y profesor universitario, Ricardo Silva-Santisteban.
Por Manuel Barrós Alcántara, Biblioteca Mario Vargas Llosa
A lo largo de su vida, Ricardo Silva-Santisteban (Lima, 1941) ha mantenido un incansable compromiso con la literatura y, especialmente, con la poesía. Poeta, traductor y profesor universitario, Ricardo es el editor literario más importante de los últimos años. Ha rescatado, prologado y preparado muchas de las ediciones de poesía y literatura peruana más relevantes de este siglo. Y, dentro de ellas, la traducción literaria ha tenido un lugar fundamental. Además de sus propias traducciones, ha publicado la Antología general de la traducción en el Perú que consta de cinco volúmenes, con varios otros de aparición próxima. Preocupándose no solo de rescatar canónicas traducciones peruanas, también ha difundido varias de las más representativas de la región hispanoamericana. La colección El manantial oculto, su paso por la Biblioteca Abraham Valdelomar y, en los meses más recientes, su labor editorial como presidente de la Academia Peruana de la Lengua son claras muestras de la importancia de todo su trabajo.
En el transcurso de dicha trayectoria, Breve historia de la traducción en el Perú (2012) puede ser vista como una parada necesaria para su autor, pues en ella ha historiado sus propios procesos y paulatinos descubrimientos. A rigor, el libro es uno de los resultados a largo plazo de los caminos personales por los que Ricardo Silva-Santisteban ha optado, preguntándose siempre por la presencia, importancia y distintos grados de alcance de la traducción en nuestro país. Breve, conciso, después de los estudios de Estuardo Núñez (1908-2013), el panorama trazado por Ricardo Silva-Santisteban es el primer intento de historiar la presencia de los traductores en el Perú. Dividido en dos partes, el libro presenta una breve historia de sus principales hitos y, seguidamente, un aporte bibliográfico para su difusión y consolidación como campo de estudio e investigación. En la primera parte el autor nos muestra que traducir no es meramente un hecho literario. Desde un inicio nos sugiere que la traducción es una posibilidad de diálogo y, por ende, de negociación entre los participantes y sus capacidades interpretativas, siendo la primera de ellas, la política.
Abriendo el ensayo, el autor señala la genealógica necesidad de la traducción. Los conquistadores españoles requirieron de un intérprete para comunicarse y empezar a conocer la cultura del “otro”. En ese contexto, antes que un oído, unos ojos y una mente dadas a traducir, el traductor era un oidor, aquel “juez” con el poder de interpretar y la otorgada potestad de ofrecer sentidos, incluso, al punto de imponerlos. Así, antes que un hecho estético —en tanto oficio literario— la traducción fue un hecho social. Surcar la incomprensión refiere al acto político de interpretar y transmitir en otra lengua la sensación de lo percibido en una primera. Esta misma razón implica optar, preferir y determinar las posibilidades del sentido o sentidos en aquello escuchado, pensado, vivido a través de otras lenguas. Al igual que con la Malinche en México, de esta genealógica necesidad nace la traducción en el Perú con el caso de Felipillo. Aunque no entra en nombres ni detalles, el aporte de Silva-Santisteban comienza desde esta primera página. Identifica en la lengua —y las formas culturales de vida que en ella se encuentran— cómo se trastocan las distintas dimensiones de la capacidad humana de crear y, más aún, la de interpretar.
Implícitamente, el autor se pregunta por los diferentes intereses y horizontes culturales que el oficio de la traducción tuvo a lo largo de la historia. Si bien la traducción tuvo una segunda presencia pública a través de su uso político, la catequización de los nativos, el texto se centra en presentar las siguientes. El muestrario va hacia inmediatamente lo literario cuando la presencia de los cronistas devino en su fecunda condición de “clásicos de la literatura y la traducción hispanoamericana”. Durante los primeros dos siglos de la época colonial, la recopilación y registro de las creaciones quechuas fueron las prioridades de los traductores. Pero también lo fueron las traducciones de los clásicos italianos y latinas, especialmente en el caso del Inca Garcilaso de la Vega y Diego Dávalos Figueroa. En el S. XVIII predominaron las letras francesas que tiene en Pedro Peralta Barnuevo a su principal traductor con La Rodoguna y, en menor medida, aparecen las inglesas. Entrando al S. XIX, la presencia del latín tuvo mayor fuerza, especialmente con la versión del Salterio peruano hecha por José Manuel Valdez, aunque una literatura “menos común” como la portuguesa empieza a tener presencia con Juan de la Pezuela y su versión de Los Lusiadas.Asimismo, a finales de ese siglo, se da un acercamiento a la literatura aborigen. No olvidemos que fueron los poetas del tardío romanticismo quienes tradujeron en distintas versiones y variados recursos el clásico del teatro quechua, Ollantay.
Entrando al S. XX encontramos otra sugerente variedad. Aunque ha habido intereses constantes —franceses, latinos, ingleses, alemanes o italianos— este siglo nos trajo otros horizontes culturales. El S. XX tiene en los modernistas los primeros en interesados en el Brasil literario. Con distinto éxito y grado de importancia, Víctor G. Mantilla, José Santos Chocano y Enrique Bustamante y Ballivián fueron los primeros en traducir a poetas brasileños. Esta lengua tuvo una relativa presencia a lo largo del S. XX, especialmente en los años ochenta, con las publicaciones de los treinta y un volúmenes hechas por poetas peruanos. Por otra parte, en las primeras décadas del siglo pasado, Adolfo Vienrich tradujo canciones folklóricas quechuas y, recién en los años treinta, apareció su sucesor en dicho campo: José María Arguedas. Al igual que el rescate de los distintos registros de la literatura quechua, a lo largo del siglo surgieron marcados intereses por las lenguas orientales y alemana. El principal traductor de la poesía china ha sido Guillermo Dañino, quien ha tenido sucesores que continúan su labor en esa como en otras literaturas: grecolatinas, hindú y japonesas. Asimismo, Juan José del Solar ha sido el principal traductor de varios clásicos de la literatura en lengua alemana: Canetti, Kafka, Walser, Brecht. Recordemos también al traductor principal de la generación del cincuenta, Javier Sologuren, quien introdujo al país la lírica sueca. En los años más recientes, entre otros traductores interesantes están Isabel Sabogal con una traducción de Czeslaw Milosz, Renato Sandoval con Rilke y Reynaldo Jiménez con Haroldo de Campos.
Definitivamente tenía que haber ausencias, pues el autor no quiso agotar todas sus referencias. Si bien podríamos decirle que faltó mencionar las traducciones de la literatura aymara —que sí figuran en la bibliografía del libro—, la versión de Trilce en quechua que elaboró Porfirio Meneses Lazón o la traducción de la primera parte de Don Quijote hecha por Demetrio Túpac Yupanqui el 2006, lo importante es partir del sugerente panorama que nos ofrece y del propio rasgo expositivo de sus fuentes. Aunque académico, Ricardo no quiere avasallarnos de referencias en el relato, pues no busca caer en una exhaustiva labor historiográfica. Si el autor hubiera desarrollado más esa historia —no olvidemos que es “breve”— el libro pasaba a tener otras exigencias y recursos con los cuales afrontarlas.
En la segunda parte del libro, el autor nos brinda una “Contribución a la bibliografía de la traducción en el Perú”. Está presentada de manera didáctica, como una guía para el conocimiento de la traducción: sus cultores, sus principales representantes, ensayistas y recopiladores. La primera sección comprende una selección de “Estudios y antologías” y, la segunda, una bibliografía histórica de los traductores peruanos, desde Juan de Betanzos (1510-1576) hasta Miluska Benavides (1986). Esta contribución no sólo es más extensa que el propio ensayo, sino que es fundamentalmente una invitación a la aventura —a la investigación y al propio conocimiento— de nuestra lengua a través de otros y desde otros.
Pero, en general, Ricardo hace mucho más que ofrecernos un mero listado o enumeración de los principales hitos de la traducción en el Perú. También aprovecha la historia que nos cuenta para mostrarnos otros registros en el anecdotario de las traducciones en el Perú. Por ejemplo, nos cuenta que Clemente Palma tradujo el Tartufo de Moliere para sus clases en San Marcos. También, nos recuerda la faltante edición de las traducciones reunidas de Westphalen. De igual manera, el muestrario de los traductores peruanos nos sugiere que ellos estuvieron atentos tanto a las novedades como a los clásicos y sus distintas versiones disponibles. Entre muchas otras cosas, el libro nos sugiere la importancia que la traducción ha tenido para la formación de la propia literatura peruana, en tanto oficio, ejercicio estético o una recurrente exploración personal.
Si bien este no es un ensayo histórico-social sobre la literatura, sí deja entrever parte que desde lo literario nos sugiere la vida social de nuestro país. La propia historicidad del traductor tuvo su origen en lo político, pasando por distintas formas de lo literario hasta llegar hacia lo poético. En ese trayecto encontramos parte de la configuración histórica de los gustos literarios y, por ende, sugiere una breve historia de las influencias o intereses principales de los traductores peruanos. A través de ella, Ricardo Silva-Santisteban nos sugiere cómo, en distintos periodos, los traductores “se asoman” a distintos horizontes culturales, tienen una mayor prevalencia por algunos y un histórico desinterés por de otros. La traducción ha formado parte de la vida intelectual del Perú, incluso desde antes que esta empiece a ser una nación. Y ella no se reduce a un aspecto más de los alcances públicos de la literatura, pues la traducción como forma de (re)creación y difusión potencia un ideario geográfico y cultural, esos nacientes espacios que se van “conquistando” en otras lenguas, tanto nacionales como extranjeras. En buena cuenta, esta es parte de la historia de lo que siglo a siglo ha sido la formación, el alcance y la potestad de nuestra lengua.
Puedes acceder a este libro en nuestra Biblioteca Mario Vargas Llosa, (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima), en el horario de martes a domingo de 10 a.m. a 7 p.m., solo con tu DNI.