Poesía y facetas de José Watanabe: 10 años sin el vate

José Watanabe mirando el horizonte en la foto tomada el 11 de enero del 2007. (Cortesía de la revista Caretas/Víctor Ch. Vargas)
José Watanabe sonriente en una foto tomada el 11 de enero del 2007, tres meses antes de su partida. (Cortesía de la revista Caretas/Víctor Ch. Vargas)

 

Vinculado esencialmente con la poesía, José Watanabe se desarrolló en distintos campos: la literatura infantil, el cine, el teatro, la televisión y la historieta. Además, fue directivo del canal del Estado e incursionó en la composición musical.

 

Por Ricardo Flores Sarmiento

José Watanabe murió hace 10 años, pero su obra late. Sus poemas siguen vivos, sus guiones —aún sin estudiar— palpitan en algunas de las películas más importantes del cine peruano, y sus cuentos para niños continúan leyéndose. Su vida física se apagó hace una década, sin embargo, su obra vive y late más fuerte.

“Además de ser un gran poeta fue guionista de cine, productor de televisión, y llegó a ser gerente del Canal 7. Todo lo que se proponía hacer, lo hacía bien. Eso es innegable”, apunta Lorenzo Osores, amigo de Watanabe.

Muchos años antes de entrelazar su poesía con otras artes y sellar su nombre en las letras peruanas, José Watanabe fue un niño dotado con una imaginación vasta y una mirada aguda, que se consagraría en su obra poética. Su don especial para la observación se fue tejiendo en sus primeros años al contemplar las cenizas de la caña de azúcar y ver en estas formas de objetos y animales. “Él tenía un ojo distinto. Era muy contemplativo”, relata Teresa Watanabe, hermana del escritor.

Nació el 17 marzo de 1945, en el distrito de Laredo, en Trujillo. Fue el sétimo de once hermanos y producto de la suma dos mundos. Su padre, el ciudadano japonés Harumi Watanabe, llegó al Perú en 1919, y su madre Paula Varas era originaria de la costa norte de nuestro país.

Vivió los primeros años de su vida en Laredo rodeado por el campo. “Un espacio con poca zona urbana y mucha área agrícola. Para un niño era casi un lugar ideal”, recuerda su hermana. En este ambiente, Harumi Watanabe, pintor de profesión, alguna vez le leyó haikus, un tipo de poesía japonesa a la que se aficionó desde su país natal. José tendría más tarde también un interés especial por estos poemas tan profundos como breves.

 

POESÍA Y ARTE

 A los 15 años su vida cambiaría para siempre. Cuatro años después de mudarse a Trujillo, luego que su padre ganó la Lotería de Lima y Callao, murió Harumi y, apenas un mes después, fallecería su primera enamorada. El golpe anímico fue demasiado para un adolescente romántico. “Fue la primera vez que necesité escribir”, le contó Watanabe a José Li Ning.

Tras estos acontecimientos, el poeta inició, en 1963, sus estudios en la Escuela de Bellas Artes en Trujillo. En ese ambiente artístico, José Watanabe compartiría sus primeros versos con amigos y, en 1965, se presentó al mítico concurso de Poeta Joven del Perú, donde obtendría una mención honrosa con el poemario Arquitectura de la sombra en la hierba —que nunca fue publicado—. Este lugar lo compartió junto a tres poetas, uno de ellos Juan Ojeda. En esa edición Luis Hernández Camarero obtuvo el segundo lugar y el primer puesto fue compartido por Manuel Ibáñez Rosazza y Winston Orrillo.

José Watanabe dejó la pintura presionado por su familia y viajó a Lima, donde estudió dos años de Arquitectura en la Universidad Federico Villarreal. Es en la capital donde comienza a involucrarse con el mundillo literario, pero su carta de presentación sería como cuentista y no como poeta. Su relato El Trapiche fue publicado en el número 1 de la revista Narración (1966).

“Apenas tenía veinte años y su prosa era directa, hermosa y profunda. Los diálogos eran ágiles y la estructura general de buena factura”, recordaba el escritor Oswaldo Reynoso en el artículo José Watanabe, el joven narrador. La nota que acompañaba el relato indicaba que iba a formar parte de un libro de cuentos que nunca vio la luz.

album_fullLuego de su breve paso por la narración, su nombre adquiriría mayor relevancia al ganar el premio Poeta Joven del Perú en 1970, por su poemario Álbum de familia, donde compartió el primer lugar con Antonio Cillóniz.  Su amigo Lorenzo Osores recuerda que Watanabe no quería participar en el concurso porque la posibilidad de quedar como una mención honrosa, era deshonroso para él.  “No es tan cierta esa imagen de humilde con que algunos ingenuos lo han cubierto. Él no era tan humilde, él quería ganar. Entonces, yo lo convencí. Le dije: ‘sí vas a ganar’ y lo ganó”, reveló.

Al año siguiente del premio se publicó Álbum de familia, donde plasma el encuentro cultural entre el origen andino de su madre y el mundo japonés de su padre. Sería, además, su partida nacimiento en la llamada generación del 70, donde Watanabe muestra grandes diferencias en su poesía con relación a sus contemporáneos al no abordar temas políticos, pese la efervescencia de la época a la que sumaron grupos como Hora Zero y Estación Reunida.

“Watanabe realiza una experimentación con el haiku, una poesía coloquial mesurada que evita el lugar común”, explica el catedrático e investigador Camilo Fernández. “En esa generación la mejor poesía la escribieron los insulares, es decir, la poesía de Watanabe destaca por encima de todas y es seguida por la de Enrique Verástegui, quien dentro de Hora Zero era el que menos expresaba en su poesía los postulados de ese movimiento”, aprecia Marco Martos.

 

INICIO EN EL MUNDO INFANTIL

Un nuevo mundo se abrió para un autodidacta José Watanabe cuando, en 1973, ingresó al Instituto de Teleducación (INTE) del Ministerio de Educación. Quien lo convocó fue el poeta Pablo Guevara. Ahí se inició como guionista y director de la serie televisiva infantil La casa de cartón, donde trabajó estrechamente con Carlos Tovar.

Este dibujante, conocido como Carlín, recordó la destreza de Watanabe para crear los personajes de las series, en especial, la del segmento llamado El elefante y la cigarra, donde el poeta creó al elefante usando su mano como el cuerpo del paquidermo y su dedo funcionaba como trompa, mientras que fabricó a la cigarra con un gancho de ropa. “Él era un artista”, apunta Carlín.

Esta experiencia televisiva duraría hasta 1974, año en que viajó a Alemania para presentar en un evento internacional La casa de cartón.  Tras su regreso al Perú volvió a trabajar con Carlos Tovar. Esta vez en la historieta Cabriola La Cabra, donde escribía el guion y Carlín hacía los dibujos. Esta era publicada en la revista Collera. “Hay un gran aporte de Watanabe en mis dibujos en la historieta”, apunta el ilustrador.

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Con El futuro diferente, la dupla Watanabe-Carlín continuaría explorando el humor a través la historieta. Su personaje principal era el investigador privado Lucas Pen, quien resolvía casos políticos como el secuestro del dentista del ‘Presidente Mario Vargas Llosa’ o salvaba de un atentado al alcalde del pueblo de San Miguel, Alfonso Barrantes. La imaginación de Watanabe quedó plasmada en la revista El idiota ilustrado.

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GUIONES Y CINE

Eran los primeros años de los ochenta y José Watanabe recibió una oferta que le abriría otro mundo. Alberto Durant le ofreció hacer juntos el guion de su primera película, Ojos de perro (1981), donde el escritor tuvo a su cargo la dirección artística.

“Si bien él tenía experiencia en guiones de televisión, eran guiones educativos, no era una ficción pura. Pero como poeta tenía una facilidad para crear mundos imaginarios por lo que fue muy interesante ver el proceso en que se convirtió en guionista”, recuerda Durant, con quien trabajaría años después en la dirección artística de la cinta Malabrigo (1986).

Su trabajo como guionista seguía en ascenso, cuando incursionó en la adaptación de la novela No una, sino muchas muertes (1958) de Enrique Congrains, junto a Edgardo Russo. El guion de la película Maruja en el infierno (1983) fue su primer trabajo con el cineasta Francisco Lombardi y su segunda cinta como director artístico.

Un hito importante ocurriría en 1985 con la adaptación cinematográfica de la novela La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa. Watanabe pudo sortear el desafío y no solo eso: logró que una película estuviera a la altura del libro que le dio origen. El guion lo trabajó junto a Lombardi, quien dirigió la cinta.

José Watanabe el último de la izquierda al lado del actor Gustavo Bueno, del director Francisco Lombardi, del escritor Mario Vargas Llosa y la actriz Liliana Navarro. (Foto: Arkivperu)
José Watanabe el primero de la izquierda al lado del actor Gustavo Bueno, el director Francisco Lombardi, el escritor Mario Vargas Llosa y la actriz Liliana Navarro. (Foto: Arkivperu)

“El guion de La ciudad y los perros es potente. Sigo creyendo que es una de las grandes películas del cine peruano, yo diría entre las 10 películas del cine peruano, y Maruja en el infierno, es una extraordinaria adaptación”, señala Jorge Eslava.

 

CÁNCER

Su prolífica producción en cine se detuvo cuando le detectaron cáncer de pulmón. En los años previos a esta enfermedad se podía ver al poeta tomando un cigarrillo, partiéndolo en tres partes y fumándolo sin filtro. De este vicio también derivaría su característica voz grave.

En 1986 viajó a Alemania, donde recibió tratamiento y se curó de su primer cáncer. Esta experiencia cercana a la muerte cambiaría todo en su vida sumiéndolo en una profunda depresión y un aislamiento, pero no lo alejó de la poesía. Nunca dejó de escribir.

En aquellos años de silencio poético, Jorge Eslava dirigía la editorial Colmillo Blanco. El escritor se le acercó a José Watanabe un día que fue a recoger a sus hijas del colegio donde trabajaba y le propuso publicar un libro suyo. El poeta, quien era de modales muy amables, lo invitó su casa donde acordaron la publicación de El huso de la palabra (1989).

huso_full_jpg_515x515_detail_q85Con este libro, Watanabe rompió un silencio de 18 años y volvió a situar su nombre en lo alto del ambiente literario, recibiendo elogios, reconocimientos, además, de ser elegido como el mejor poemario de la década de los ochenta en una encuesta organizada por la revista Debate.

El huso de la palabra es la cumbre de José Watanabe. Marca un antes y un después en el ámbito de su poesía, particularmente por el empleo del verso coloquial, el uso del haiku”, califica el investigador en poesía, Camilo Fernández. “Con El huso de la palabra adquiere potencia y una dimensión que no alcazaba el primer libro, luego porque vuelve a situar su nombre entre los más importante de su generación, tal vez el más importante de su generación”, destaca Jorge Eslava.

 

RETOMA EL CINE

ALIAS LA GRINGAEl poeta regresaría al cine para trabajar el guion de la cinta Alias ‘La Gringa’ (1990), junto al director Alberto Durant y José María Salcedo. La película fue un éxito rotundo, pese a las dudas que tuvo en un primer momento Watanabe en la inclusión de Germán González como protagonista de la cinta.

En Alias ‘La Gringa’, el poeta mostraría sus habilidades como director artístico, sus dotes para hacer escenografías, crear atmósferas y desarrollar el espacio donde se mueven los personajes. Ocho años después volvería a trabajar con ‘Chicho’ Durant en la dirección artística en la cinta Coraje, la última película en la que participó.

Antes de este trabajo, se encargaría del guion y la dirección artística de Reportaje a la muerte (1992), dirigida por Danny Gavidia y del libreto de la cinta Anda corre vuelta (1993), de Augusto Tamayo.

 

TELEVISIÓN

El poeta estuvo muy ligado a la televisión a lo largo de su vida. Luego de la experiencia en La casa de cartón regresó a la pantalla chica, a inicios de los 90, como gerente de Televisión Nacional del Perú. Estuvo en este cargo en dos periodos. Primero en 1992 y luego en 2001. Durante su gestión, José Watanabe, un hombre que no podía tener las manos quietas, ideó el programa Hecho a mano, donde se resaltaba la labor de los artesanos.

Su experiencia televisiva no lo apartó de la labor creativa. Trabajó en el guion de la telenovela Canela (1995) junto a Rocío Silva Santisteban y Rosa Málaga. Precedida por la exitosa novela Gorrión, no logró captar la audiencia esperada. A pesar de mostrar los paisajes bellos de Arequipa, sus giros inesperados la volvieron difícil de entender.

Pero la revancha vendría poco tiempo después. Watanabe sacó lustre a su experiencia como guionista en la serie Hombres de bronce (1998-Panamericana Televisión), que mostraba a personajes relevantes de nuestra historia a través de dramatizaciones de corte documental. El poeta trabajó en los guiones de Julio César Tello, Ricardo Palma, Daniel Alcides Carrión, entre otros.

 

Su experiencia en Hombres de bronce le serviría para que, años después, trabaje en guiones de documentales con Sonia Goldenberg. Primero en Poderoso caballero (2002), donde narra los años de corrupción de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos demostrándolos con los hechos más representativos como los ‘Vladivideos’. Luego, en Memorias del Paraíso (2003), documental que le valió a Goldenberg el premio de la Fundación de Nuevo Periodismo Iberoamericano.

 

 

RECAÍDA

En los años noventa, José Watanabe volvió a sentir la muerte de cerca. En 1993 falleció su madre, Paula Varas. Un año más tarde, el cáncer regresó y le afectó el otro pulmón. Realizó su recuperación en el Instituto de Enfermedades Neoplásicas.

cara_historia_fullEl retorno del cáncer coincidió con la publicación de su poemario Historia natural (1994). “Lo que quería hacer con Historia Natural es una filosofía muy simple pero muy válida, que aprendí de niño: La vida es física, no es intelectual”, explica Watanabe sobre su libro en la revista Caretas.

Luego del segundo cáncer sintió que le quedaba poco tiempo e inició un periodo muy prolífico en todas sus facetas, pero siempre apoyándose en la poesía. “Con la enfermedad comenzó a escribir más. Era consciente que no tenía toda la vida por delante”, indicó Teresa Watanabe.

Este nuevo golpe se ve reflejado en su poemario Cosas del cuerpo cosas_full(1999), que es considerado uno de sus libros más destacados, por la calidad de sus versos que se pueden ver reflejados en “El Lenguado”, “El ojo”, “El guardián del hielo”. “En este libro lo físico es lo que importa. De alguna manera, planteo que el cuerpo es nuestra única patria, la única posesión real que tenemos”, refirió Watanabe en la revista Caretas.

 

 

MÁS ALLÁ DE LA FRONTERA

 
La poesía de Watanabe cruzó la frontera rápidamente, y el primer destino, lejos de ser Sudamérica, fue Inglaterra con una antología de 44 de sus poemas en Path Through the Canefields (1997) seleccionada por Dave Tipton y C.A.de Lomellini, quienes destacaron el uso del lenguaje cotidiano en su poesía.

cara_guardian_fullLa encargada de llevar a José Watanabe a recorrer Latinoamérica fue Piedad Bonett, con quien tuvo una amistad. La antología El guardián del hielo (2000) realizada por esta poeta colombiana recibió, dos años después de su publicación, el Premio José Lezama Lima otorgado por la Casa de las Américas en Cuba. “Las profundas y diversas raíces de su autor se entretejen en torno al mito familiar, así como para traducir en palabras sus emociones”, destacó el jurado.

En el 2005, cuando Watanabe estaba consolidando su presencia en el continente se publicó en Venezuela la antología Lo que queda, trabajada por Micaela Chirif.

Eduardo Chirinos llevó la poesía de Watanabe a España con la antología Elogio del refrenamiento (2003). Poco antes de la muerte del poeta, también en el país ibérico, se publicó Tu nombre viene lento (2006), su última antología, la cual reunía los poemas sobre su madre.

 

TEATRO Y MÚSICA

Al final de los años 90 recibió una propuesta del grupo Yuyachkani para incursionar en el guion teatral. Fue así que realizó una memorable versión libre de Antígona de Sófocles, interpretada por Teresa Ralli y dirigida por Miguel Rubio. El drama griego del pasado parecía reflejarse en el presente del país: la violencia extrema, las desapariciones eran aun prácticas constantes. Lo curioso es que Ralli había pensado en Blanca Varela para la adaptación, pero fue ella quien recomendó a Watanabe.

 

La obra se presentó en febrero del 2000, donde se pudo apreciar el aporte de Watanabe en el guion con su vena poética, sus versos, que se fusionan con su mirada de la Antígona de Sófocles. Esta mezcla logró que se mantengan frases del escritor griego y versos salidos del propio mundo del poeta como: “No hay peor tortura que la propia imaginación y Antígona no cesa en mi mente”.

El teatro lo impactó en su vida y tenía planeado trabajar más obras griegas como Medea, Lisístrata y Electra, sin embargo, la vida lo llevaría por otros caminos.

Watanabe era un amante del arte en toda su dimensión. Era un lector de gustos tan diversos como Yasunari Kawabata, Matsuo Bashō, Ezra Poud o T.S. Elliot, además, de un gran conocedor de la ilustración y un amante de la pintura. Pero, sobre todo, era un conversar único. “A él le interesaba desarrollar varias facetas porque era un hombre culto, por momentos hasta erudito”, recuerda Eslava.

Sus conocimientos llegaban hasta la música y ahí el rock lo esperaba. Luego de mostrarse en desacuerdo de que sus poemas sean musicalizados acordó con Rafo Ráez hacer un disco con canciones compuestas por él. El álbum Pez de Fango vio la luz en el 2005 con 13 temas escritos por el poeta, quien tras la publicación del disco negó más de una vez sentirse un rockero y se autodenominó: “letrista de rock”.

 

 

LITERATURA INFANTIL

En la década de los ochenta publicó una serie de sus cuentos infantiles en los libros de lectura de la editorial Santillana entre los que destacan: El ciempiés que demoraba (1987), El señor que paseaba con un pingüino (1986) o Pobrecito cocodrilo (1983). Estos relatos nunca pudieron ser compilados ante la negativa del poeta. “No son cuentos, son chistes populares”, le decía Watanabe a Jorge Eslava cada vez que le ofrecía reunirlos y publicarlos.

Muchos años después de su trabajo con Santillana, escribió una serie de 11 libros infantiles, que fueron publicados incluso después de su muerte. “Prácticamente todos sus cuentos los hizo en un año, que fue su último año de vida”, reveló Micaela Chirif.

003Watanabe trabajó estos cuentos con las técnicas de cine, haciendo encuadres panorámicos de las imágenes. En esta línea de relatos destaca la serie de Andrés Nuez, donde el poeta con su habilidad manual diseñó los personajes de estos cuentos. El escritor pensaba trabajar una obra más amplia, dirigida a la enseñanza de la función numérica, los colores, el abecedario.

 

LA POESÍA, SU VIDA

“La poesía ha sido toda la vida su acompañante, al final si él ha logrado vivir más tiempo es por la poesía. Era su vida, su bastón, su todo”, recuerda Teresa Watanabe. Y en los últimos años de su vida no fue la excepción.

cara_habito_fullEn el 2002, publicó el poemario Habitó entre nosotros, que destaca entre su poesía por tener una temática distinta donde muestra su visión de Jesucristo. “El libro empezó viendo cuadros bíblicos que tenían que ver con la vida de Cristo”, reveló José Watanabe al periodista Diego Alonso Sánchez.

La siguiente obra en aparecer sería La piedra alada (2005), que tuvo una gran acogida en España, incluso fue un éxito en ventas. En él, Watanabe afina su mirada a la naturaleza y a los pequeños detalles que cobran vida como en el poema que le da el nombre al libro.

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Un año más tarde publicó su último poemario: Banderas detrás de la niebla (2006), que muestra una mixtura de temas como el amor, la muerte, la naturaleza, siempre con su mirada acuciosa, donde destacados poemas como “Responso ante el cadáver de mi madre”, “Flores”, “Banderas detrás de la niebla” y la sección El otro Asterión.

  

 

LA VIDA LE QUEDÓ CORTA

José Watanabe dormía de día y vivía de noche explotando su creatividad. Sin proponérselo abarcó nuevas facetas más allá de la poesía y coleccionó títulos sin estudiar. Era una persona múltiple, que al igual que en su obra podía estar callado mucho rato y de pronto hablar sin que nadie lo pueda detener. Es ahí, en la plenitud de su carrera, en la etapa más prolífica de su vida, que le detectaron un tercer cáncer, esta vez al esófago. “Quería escribir más teatro y desarrollar toda la línea para niños. Se le quedaron muchas cosas”, confiesa Teresa.

La vida se le fue derritiendo entre las manos sin poder hacer nada, la noche del 25 de abril del 2007, en el hospital Neoplásicas, murió José Watanabe. Wata, Pepe, ‘Chino’.  El hombre de la palabra justa, el poeta de gustos finos y variados, de lecturas diversas, de mirada acuciosa, el burlón, el gracioso, el ambidextro de nacimiento, el perfeccionista incasable, el conversador innato, el artista en todas sus facetas.

“El tiempo va haciendo una selección rigurosa de poetas o artistas en el Perú del año 70 a comienzos del tercer milenio y sin duda que José Watanabe queda como una figura muy notable”, sentencia Marco Martos.

 

 Los invitamos a ver este reportaje en video que preparamos

Seleccionados para el laboratorio sobre la obra de Luis Hernández

La Casa de la Literatura inaugurará el miércoles 26 de abril una exposición de homenaje a Luis Hernández.
La Casa de la Literatura inaugurará el miércoles 26 de abril una exposición de homenaje a Luis Hernández.

 

Compartimos la relación de participantes de este laboratorio interdisciplinario que dirigirá la coreógrafa Karin Elmore.

En este enlace consulte el cronograma de trabajo y horarios

RELACIÓN DE SELECCIONADOS

  1. Valeria Herrera Vásquez
  2. Claudia Alejandra Fernández Ramos
  3. Gloria María Isabel Chong Yparraguirre
  4. Erika Isabel Chamorro Solórzano
  5. Jesús Tadeo Paniagua García
  6. Tilsa Milagros Pérez Prieto
  7.  Julio César Rivas Huarcaya
  8.  Rosa Anagalí Rosas Tasayco
  9.  Angelita Ivone Vásquez Erazo
  10.  Karla Rubí Sáenz Huerta
  11.  Renzo Jesús Bernal Vílchez
  12.  Isaac Ernesto Ruiz Velazco
  13.  Norma Fernanda Rodríguez Vásquez
  14.  Clara Esperanza Best Núñez
  15.  Jharlen Osnar Ormeño Solano
  16. Gabriela Stephanie Vega Landa
  17. Miriam de Pilar Sernaque Arguello
  18. Diego Miguel Mendoza Rojas
  19. Karla Rubi Saenz Huerta
  20. David Sandro Zelaya Tapia

 

 

 

Truequetón de libros: la experiencia de intercambiar obras

La nueva edición del Truequetón se realizó el domingo 23 de abril. (Eduardo Vásquez)
La nueva edición del Truequetón se realizó el domingo 23 de abril. (Eduardo Vásquez)

 

Por Ricardo Flores Sarmiento

Las mesas estaban llenas de libros viejos, nuevos, raros, fáciles de conseguir, pero todos con algo en común: iban a ser intercambiados. La nueva edición del Truequetón reunió a asiduos participantes, a jóvenes lectores y a debutantes en el intercambio de obras.

Yeny Arauco tenía en sus manos Hamlet de Shakespeare, obra que acababa de intercambiar. Había llegado al Truequetón con varios títulos para renovar su biblioteca. “Es la primera vez que vengo. Vi el evento en Facebook y tenía estos libros. En vez de venderlos me dije: ‘es mejor cambiarlos’”, comentó. 

“Los libros me trajeron”, contó Luis Rivero uno de los constantes visitantes a este evento realizado con motivo del Día del Libro. “Traigo los libros que ya leí. He venido seis veces. Me interesa la literatura y la filosofía”, precisó. Logró cambiar el libro de Anton Chejov que contiene La gaviota y El jardín de los cerezos por otros titulados Trilogías (relatos al desnudo) de Willy del Pozo y Huellas en el tiempo de Jonathan Yaranga.

El encuentro de lectores no se limita al intercambio de libros, pues allí, a través del diálogo, se comparten experiencias que derivan en recomendaciones de autores, libros de cuentos, novelas e historias. “¿Has leído La dama del perrito de Chejov? Es una gran historia”, recomendó Pedro Arriola a uno de los visitantes a su mesa.

Músico y coleccionista empedernido de libros, Pedro Arriola es uno de lo más asiduos visitantes al Truequetón y ha participado en nueve de las ediciones desde su creación en el 2014. “Traigo los libros que ya tengo repetidos, que he mejorado su estado o que conseguí una mejor edición”. En su mesa se podía apreciar los Populibros, cuya colección la tiene dos veces completa, además, de algunos títulos de Julio Ramón Ribeyro. “Me falta Solo para fumadores en la primera edición, lo tengo en segunda”, aseguró esperando un día poder hallarlo e intercambiarlo.

En otra de las mesas del Café Literario encontramos a Luis Eduardo Vivero, un ciudadano chileno que vive hace más de un año en nuestro país. “Para un lector venir aquí es como ir a una pastelería y comerse muchos pasteles”, remarcó en su primera participación en un Truequetón. “Tengo un Club de Lectura Infantil por eso busco libros infantiles y poesía”, añadió.

 

¿POR QUÉ INTERCAMBIAR?

Las historias de por qué intercambian los libros pueden ser diversas y suscitar explicaciones como: “Son libros que tengo repetidos”, “Ahora estoy buscando otros géneros literarios”, “Mejoré la edición del libro y ahora quiero otro” o “Estoy dejando de leer obras literarias, por eso busco ensayos”.

“Traje libros de terror, porque ahora estoy buscando literatura fantástica”, comentó Katherine Oller, una ciudadana venezolana que llegó al Truequetón. “Este evento es una buena oportunidad para renovar tu biblioteca”, añadió.

Iván Zubieta tiene por costumbre —cuando un libro le gusta mucho— comprar dos hasta tres ejemplares para regalar. Algunos de estos libros que no fueron obsequiados estaban en su mesa, entre ellos El cadete Vargas Llosa de Sergio Vilela.

“En la primera edición del Truequetón cambie Jesús de Nazaret: hombre y leyenda de Almudena García por la Tía Julia y el escribidor. Ahora traigo ese libro para cambiarlo porque ya lo leí”, recordó.

Cuando la noche caía y con ella el fin del evento, Juan Carlos llegó con su familia al Truequetón. Llevaba en la mano libros de psicoanálisis y filosofía. “Es la primera vez que venimos. Busco libros de psicoanálisis y narrativa”, contó.

El evento congregó a decenas de personas que se llevaron entre sus manos nuevos mundos, dejando en otros las lecturas pasadas. Los libros, a fin de cuentas, son amigos de tránsito, compañeros de camino, que de repente emigren a otras manos en un nuevo Truequetón.

 

Las imágenes del Truequetón de libros realizado el domingo 23 de abril
Truequetón de libros

Actividades del martes 25 al domingo 30 de abril de 2017

Foto: Eduardo Vásquez
Foto: Eduardo Vásquez

Todas las actividades de la Casa de la Literatura son gratuitas. La dirección es Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima. Estación Desamparados, a una cuadra de la Plaza Mayor.

 

Martes 25

El feminismo y estudios de géneros a través de la historia del Perú
La académica peruana Ágata Cáceres Sztorc presentará su libro Entre el autoritarismo y la democracia. Feminismo, relaciones de género y violencia en la cultura peruana contemporánea (cine, televisión y creación literaria). Esta investigación abarca desde el régimen militar de Juan Velasco hasta el gobierno de Ollanta Humala. Acompañarán a la autora las escritoras Rocío Silva Santisteban y Karina Pacheco.

Lugar: Auditorio. Hora: 7:30 p.m.

 

Miércoles 26

El sol lila. Constelaciones poéticas de Luis Hernández
Inauguración de la muestra que conmemora los 40 años de la desaparición física del poeta Luis Hernández. En ella se presentarán cuadernos –inéditos algunos de ellos-, fotografías, documentos y facsimilares. Más información aquí

Lugar: Sala de Exposición 1. Hora: 7:00 p.m.

 

Jueves 27

El proceso de modernización el Perú a través del arte
El investigador peruano Luis Rebaza Soraluz presenta el ensayo De ultramodernidades y sus contemporáneos, editado por el Fondo de Cultura Económica filial Perú. En el libro se analiza el proceso cultural peruano a través de la literatura, las artes visuales y la arquitectura. Acompañarán al autor el filósofo e historiador José Ignacio López Soria; el crítico de arte y curador Augusto del Valle; y Felipe Aburto, editor del FCE Perú. Más información aquí

Lugar: Auditorio. Hora: 7:00 p.m.

 

Viernes 28

Las respuestas de Ángel Rama y José María Arguedas
El investigador literario Javier García Liendo presentará el libro El intelectual y la cultura de masas. Argumentos latinoamericanos en torno a Ángel Rama y José María Arguedas. En este estudio explora el rol que ambos intelectuales tuvieron en la conceptualización y promoción de espacios culturales. Acompañará al autor la investigadora Mónica Bernabé. Más información aquí

Lugar: Auditorio. Hora: 7:00 p.m.

 

Sábado 29

Historias para disfrutar en familia
Los invitados a los sábados de cuentacuentos serán los integrantes de nuestro Programa Abuelas y Abuelos Cuentacuentos. Actividad dirigida a familias y a niñas y niños desde los 5 años.

Lugar: Sala Carmen Taripha (detrás de la escalera principal). Horario: 3:30 y 4:30 p.m. (dos funciones)

 

Presentación del libro infantil Gusanito y el señor de Sipán
Autor: Miguel Paz Varías. Presenta: Gail Silverman

Lugar: Auditorio. Hora: 4:00 a 5:00 p.m.

 

Música y poesía
El cantautor peruano Amadeus X presentará canciones de su primer y segundo álbum, La Ruta Natural, algunos temas inéditos y poesía musicalizada. Además, su presentación incluirá una performance a cargo de Rina Lilia. Más información aquí

Lugar: Auditorio. Hora: 7:00 p.m.

 

Domingo 30

Ciclo Cine y Biblioteca
Estrenada el año pasado con el título de Pasión por las letras, Genius es una cinta inspirada en la relación entre el editor Max Perkins y el escritor Thomas Wolfe. Director: Michael Grandage. Duración: 104 minutos

Lugar: Sala Carlos Oquendo de Amat. Hora: 3:00 p.m.

 

Teatro: La pasionaria: Todos somos Magda
El grupo Cuatrotablas presentará esta obra en el marco de la exposición de homenaje a la poeta Magda Portal que se inauguró en la Casa de la Literatura el 30 de marzo. Capacidad: 60 personas. La entrada es por orden de llegada. Dirigida a mayores de 14 años. Más información aquí

Lugar: Auditorio. Hora: 6:30 p.m.

 

Además, el público podrá visitar nuestras exposiciones vigentes:

Trazos cortados. Poesía y rebeldía de Magda Portal. Abierta hasta el domingo 13 de agosto.

El sol lila. Constelaciones poéticas de Luis Hernández. Abierta a partir del miércoles 26 de abril hasta el domingo 27 de agosto.

Intensidad y altura de la literatura peruana. Es la muestra más representativa de la Casa de la Literatura y recorre nuestro devenir literario tomando como eje a las distintas identidades del país.

 

También nuestras tres salas de lectura:

Biblioteca Mario Vargas Llosa y el Café Literario (de martes a domingo de 10:00 a.m. a 7:00 p.m.) y la Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo (martes a viernes de 10:00 a.m. a 5:00 p.m., sábados y domingos de 10:00 a.m. a 6:00 p.m.). El servicio es gratuito, pero es necesario llevar DNI.

 

 

De ultramodernidades y sus contemporáneos: el proceso cultural del Perú

Portada del libro editado por el FCE Perú.
Portada del libro editado por el FCE Perú.

 

El jueves 27 de abril, a las 7:00 p.m., en el auditorio de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima), se presentará el ensayo De ultramodernidades y sus contemporáneos, del académico peruano Luis Rebaza Soraluz, editado por el Fondo de Cultura Económica filial Perú. El ingreso a esta actividad es libre.

Este libro, editado con el apoyo de la Casa de la Literatura Peruana, estudia el proceso cultural de modernización en el Perú a través de la literatura, las artes visuales y la arquitectura. Asimismo, pone en relación las obras y las ideas de escritores, intelectuales, artistas visuales y arquitectos, tales como Héctor Velarde, Emilio Harth-Terré, Xavier Abril, Emilio Adolfo Westphalen, José María Arguedas, Jorge Eduardo Eielson, entre otros.

Rebaza Soraluz rastrea en su estudio algunos de los fenómenos culturales y problemáticas estéticas que se expresan a través de las publicaciones de Abril, Westphalen y Arguedas, así también la influencia de la ciencia ficción y la carrera espacial moderna en la obra visual y literaria de Eielson.

Resulta capital en este libro el concepto de “artista contemporáneo peruano” que Luis Rebaza Soraluz viene perfilando y ampliando en el ínterin de más de dos décadas de investigación. También las categorías de “ultramodernidad”, “contemporáneo”, “mestizaje dinámico”, “mestizo universal” y “apertenencia”.

En De ultramodernidades y sus contemporáneos (FCE 2017), el campo cultural es concebido como una energía en expansión, un ambiente reticular de contactos, lo que permite a su autor observar los posibles diálogos y cruces entre la cultura Paracas, el marxismo, Richard Neutra, Jorge Eduardo Eielson, el cíborg, el indigenismo y la cultura mediterránea.

Acompañarán al autor el filósofo e historiador José Ignacio López Soria; el crítico de arte y curador Augusto del Valle; y Felipe Aburto, editor del FCE Perú.

 

Sobre el autor

Luis Rebaza Soraluz. Profesor de Artes Visuales Latinoamericanas del King’s College de la Universidad de Londres, investiga interdisciplinariamente poesía, historia cultural y visualidad. Ha publicado sobre poética e identidad nacional en la obra de Arguedas, Westphalen, Sologuren, Eielson, Salazar Bondy, Szyszlo, Varela, entre otros escritores y artistas latinoamericanos.

 

 

Amadeus X: La poesía en la música contemporánea de autor

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El sábado 29 de abril, a las 7:00 p.m., se realizará en el auditorio de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima) el concierto La poesía en la música contemporánea de autor. El ingreso es libre.

El cantautor peruano Amadeus X presentará canciones de su primer y segundo álbum, La Ruta Natural, algunos temas inéditos y poesía musicalizada. Además, su presentación incluirá una performance a cargo de Rina Lilia.

La música de Amadeus X tiene en sus raíces los sonidos de la costa y sierra del Perú, además, de ritmos contemporáneo y elementos de su propia autoría. Las letras de sus temas reflejan esperanza, crítica social y amor personal y universal, en donde el pueblo indígena y urbano toman protagonismo.

Algunas de las canciones que interpretarán son: La ruta natural, Universo, En sus girasoles, Inin Joa de Abril, Tres canciones se encontraron, Canciones para no olvidar el camino, entre otras.

 

Premio Casa de la Literatura: Urteaga Cabrera reivindica la narración oral

Luis Urteaga Cabrera con la escultura realizada por el artista Carlos Runcie Tanaka. (Eduardo Vásquez)
Luis Urteaga Cabrera con la escultura realizada por el artista Carlos Runcie Tanaka. (Eduardo Vásquez)

 

El narrador Luis Urteaga Cabrera recibió el Premio Casa de la Literatura Peruana 2017, máxima distinción institucional, en una ceremonia donde participaron el narrador Guillermo Niño de Guzmán, el escritor e investigador en literatura amazónica, Ricardo Virhuez Villafane, y la directora de la Casa de la Literatura Peruana, Milagros Saldarriaga Feijóo .

Ricardo Virhuez fue el primero en comentar la obra de Luis Urteaga Cabrera y destacó su labor en la recopilación de la tradición oral en la Amazonía y en su búsqueda por darle importancia a nuevos personajes en la narrativa peruana. Además, señaló algunas características de su obra.

“El lenguaje despojado, que pone en primer lugar el argumento de una buena historia, es muy difícil de encontrar en la narrativa peruana. La encontramos por primera vez en Los hijos del orden”, detalló.

Por su parte, el escritor Guillermo Niño de Guzmán reconoció la calidad de la obra escrita por Luis Urteaga Cabrera. “Siempre he pensado que Luis Urteaga Cabrera es uno de los grandes escritores peruanos, pero injustamente es uno de los menos reconocidos”, manifestó.

Luego, el autor de Caballos de medianoche detalló las características que hacen del libro Los hijos del orden, de Luis Urteaga Cabrera, una obra importante. “Quiero destacar la factura técnica de Los hijos del orden. Me parece una novela impecable, maravillosa por el montaje que hace de planos temporales, por la inclusión de monólogos y diálogos múltiples. Tiene una riqueza técnica envidiable y no gratuita”, precisó el escritor.

“Es una novela poliédrica, cuyo tema es insólito, porque nadie se había ocupado de estos niños y adolescentes descarriados en el infierno del instituto de rehabilitación de Maranga”, detalló y agregó: “No hay un solo escritor peruano que yo recuerde que haya podido asimilar tan bien las innovaciones técnicas de Mario Vargas Llosa”.

Además, destacó el perfil bajo con el que se ha mantenido Urteaga Cabrera en los últimos años. “Con él se comprueba que lo importante no es la vida del autor, sino su obra”, apuntó.

Durante la ceremonia se dio lectura a una carta enviada por el escritor Gregorio Martínez donde felicita a Luis Urteaga Cabrera por su reconocimiento. “Contento y emocionado me adhiero a este homenaje y seguro que conmigo lo harían Juan Ojeda y el bien peinado ‘Chacho’ Martínez”, precisó.

 

ENTREGA DEL RECONOCIMIENTO

La directora de la Casa de la Literatura Peruana, Milagros Saldarriaga, detalló el motivo de la elección de Luis Urteaga Cabrera como el Premio Casa de la Literatura 2017.

“El reconocimiento que este año hace la Casa de la Literatura Peruana a Luis Urteaga Cabrera tiene que ver con la asimilación de una función distinta a la literatura: la de instaurar nuevos sujetos sociales en los imaginarios de nuestra sociedad. La adolescencia marginal de Los hijos del orden o la comunidad indígena-amazónica de El universo sagrado y El arco y la flecha para a través de estos esfuerzos sociales proponer una nueva perspectiva de la dinámica cultural y social peruana”, indicó para luego entregarle la escultura hecha por el artista Carlos Runcie Tanaka, que lo acredita como Premio Casa de la Literatura Peruana 2017.

 

PALABRAS DEL ESCRITOR

Fue Percy Urteaga, hijo mayor del autor homenajeado, el encargado de dar lectura a un texto escrito por su padre, donde este agradeció el reconocimiento y dedicó varias líneas a destacar el trabajo de recopilación de la narración oral.

“Agradezco a la Casa de la Literatura Peruana en la persona de su directora por la distinción que me concede al brindarme este premio”, manifestó para luego obsequiar dos ejemplares de la tercera y definitiva edición Los hijos del orden, los cuales estarán a disposición de los lectores de la Biblioteca Mario Vargas Llosa.

La directora de la Casa de la Literatura Peruana, Milagros Saldarriaga, mostrando uno de los libros obsequiados a la institución. (Eduardo Vásquez)
La directora de la Casa de la Literatura Peruana, Milagros Saldarriaga, mostrando uno de los libros obsequiados a la institución. (Eduardo Vásquez)

En el texto de agradecimiento Luis Urteaga se refirió a su trabajo con la narración oral, que se vio traducida en los cuentos amazónicos y que fueron recopilados en los libros El universo sagrado, Fábulas (en dos libros infantiles) y El arco y la flecha. Además, reveló que publicará un nuevo cuento llamado La pluma roja.

“Los relatos orales posen contenidos míticos legendarios, humorísticos, cotidianos, heroicos, que no tienen existencia objetiva, porque no están escritos y solo existen de manera subjetiva en la memoria de sus depositarios, es decir, la tarea consiste en darle una existencia objetiva en un idioma que ya no es el originario”, precisó.

Manifestó que en las recopilaciones de relatos orales muchas veces se pierden gran parte del contenido porque las personas que las realizan no toman en cuentan con muchos detalles que enriquecen el relato.

“Los recopiladores que desconocen la cultura de la que proviene la historia oral se ocupan tan solo de lo que dice el narrador pero prescinden de los sobrentendidos (elementos propios de la cultura) y las subjetividad de los personajes (expresiones que realiza el narrador) porque la grabación de sonidos no los registra, con lo cual se pierden un volumen considerable de significaciones de la historia que empobrecen la traducción y el relato”, apuntó.

Detalló que para poder escribir un relato oral se debe tomar en cuenta todos los factores como los sobreentendidos, la subjetividad de los personajes y la cultura del pueblo que es originarios. “Se lleva a cabo la composición y estructuración de la totalidad de datos y se someten todo el material a las exigencias del género narrativo elegido y de la palabra escrita”, puntualizó.

Antes de concluir la ceremonia su hija Patricia leyó el relato mítico La más oscura sombra y su esposa, Hedy Villanueva, el cuento La tortuga y el jaguar negro. Además, su hijo Julian compartió algunos mensajes de felicitaciones de sus nietos e hija por haber recibido el premio.

 

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Luis Urteaga Cabrera, Premio Casa de la Literatura Peruana 2017

“Hay que perderle el respeto al libro para adaptarlo al cine”

La escritora y guionista Giovanna Pollarolo se presentó en la charla Cine y Literatura peruana . (Eduardo Vásquez)
Giovanna Pollarolo se presentó en la charla Cine y Literatura peruana. (Eduardo Vásquez)

 

La escritora y guionista Giovanna Pollarolo compartió su experiencia en la adaptación de películas durante la charla Cine y Literatura peruana, donde explicó la estrecha relación entre ambas artes.

La autora invitada se refirió a las críticas a las adaptaciones cinematográficas por no ser fieles totalmente a la obra. En ese sentido, aseguró que no puede haber un filme que sea exactamente igual al libro porque “son lenguajes distintos”. “Pretender que el cine retrate de la misma manera un libro es un deseo imposible”, añadió y recomendó que las personas reflexionen y busquen otros puntos para analizar una adaptación.

Pollarolo reveló cómo es el trabajo en la adaptación de la obra y explicó que los guiones muestran un visión especifica del autor, “porque cada lector tiene una interpretación de la novela, le presta atención a un aspecto. (…) El director y el guionista son también lectores y las adaptaciones son su lectura, su visión (de la novela)”.

 

SUS ADAPTACIONES

La guionista luego se refirió al trabajo de tres de sus adaptaciones: Pantaleón y las visitadoras de Mario Vargas Llosa, No se lo digas a nadie de Jaime Bayly y Tinta roja de Alberto Fuguet.

“En el caso de Pantaleón… lo primero que se decidió fue eliminar el tema religioso y a la suegra del protagonista. Lo segundo fue escoger la lectura”. La escritora narró que un diálogo entre ‘Pochita’ y ‘Pantaleón’, donde la mujer le reclama que obedezca a todas las órdenes al pie de la letra y se obsesione con estas. “Mi lectura con estas líneas fue que él no era libre”, indicó que esa fue su visión y el concepto de la adaptación.

En la cinta No se lo digas a nadie comentó que el trabajo de la adaptación se centró en el personaje principal. “El personaje en la novela cambiaba mucho. Nosotros decidimos convertirlo en un personaje que toma la decisión de ocultarse, de ocultar su homosexualidad y de aceptar entrar en el mundo heterosexual, de acuerdo a la norma hegemónica”, detalló.

Para la película Tinta Roja reveló que Alberto Fuguet les dio completa libertad para trabajar la película. “Era difícil de adaptar la novela, porque se intercalaba las noticias que iban descubriendo los periodistas y la vida de ellos. La estructura de la novela no era útil para el cine. Era difícil de manejarla”, precisa.

“Opté por hacer como una narración desde el presente que iba yendo hacia atrás. Empieza con una fiesta en un bar y eso, en realidad, sucede mucho más adelante en la película. Hice un gran flashback que va regresando, eso sirve para que alguien pueda narrar y se puedan mostrar las escenas de una manera más desordenada y no tan lineal”, añadió.

Pollarolo contó que el personaje Van Gogh, que es interpretado por Carlos Gassols en Tinta roja, fue creado para dar un balance al cuarteto periodístico. “En el libro, el camionero -quien era el chofer- y el fotógrafo tenían personalidades muy parecidas y no conviene en el cine mostrar dos personaje iguales o similares, por eso busqué poner a un personaje más reflexivo”, señala.

La guionista también reveló que ella prefiere desarrollar sus textos conociendo a los actores que interpretarán a los personajes. Además, indicó que en su experiencia personal ella toma las novelas para adaptar como una herramienta de trabajo. “Lo primero que recomiendo cuando vayan a adaptar es que le pierdan el respeto a la novela y trabajen libremente”, precisó.

Además, destacó la adaptación de la novela La pasajera de Alonso Cueto en la cinta Magallanes. “Es una muy buena adaptación. Es una lectura muy inteligente de la novela”, acotó.

 

El CINE INFLUYE EN LA LITERATURA

Pollarolo indicó que desde la aparición del cine, las novelas y cuentos pueden haber sido influenciados por la forma de narración que brinda el séptimo arte.

“Ciertas estructuras del narrador, el color, mostrar las escenas casi sin intervención del narrador, que predominen el diálogo, que se hagan saltos elípticos mucho más radicales como los puede hacer el cine, por ahí pasa la influencia”, detalló.

Pollarolo destacó al escritor argentino Manuel Puig como uno de los primeros escritores latinoamericanos que mostró abiertamente en su obra su afición al cine y el uso el cine para volverlo literatura. Mencionó que esa referencia se puede apreciar en las novelas El beso de la mujer araña y La traición de Rita Hayworth.

 

Vea y escuche el video completo de la charla

Cultura de masas: las respuestas de Ángel Rama y José María Arguedas

El libro ha sido editado por la Purdue University, de Indiana, Estados Unidos.
El libro ha sido editado por la Purdue University, de Indiana, Estados Unidos.

 

El viernes 28 de abril, a las 7:00 p.m., en el auditorio de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima), se realizará la presentación del libro El intelectual y la cultura de masas. Argumentos latinoamericanos en torno a Ángel Rama y José María Arguedas, del investigador literario Javier García Liendo. En los comentarios participará la investigadora y doctora en Letras por la Universidad de Buenos Aires, Mónica Bernabé. El ingreso es libre.

En esta publicación el autor analiza las respuestas intelectuales de Ángel Rama (Uruguay) y José María Arguedas (Perú) a los efectos generados por la cultura de masas sobre la cultura impresa y la cultura indígena en la segunda mitad del siglo XX. Explora el rol que ambos intelectuales tuvieron en la conceptualización y promoción de espacios culturales, a medida que el impacto del capitalismo transformaba los imaginarios y las condiciones materiales de sus proyectos de cultura latinoamericana y cultura nacional, respectivamente.

A través de un análisis material de objetos de cultura impresa (revistas, libros de bolsillo, enciclopedias populares), este libro examina las transformaciones que ocurrían en las décadas de 1960 y 1970 tanto al nivel de la producción como de la circulación; por lo mismo, ilumina la emergencia de nuevas redes de comunicación entre intelectuales y públicos. Similarmente, explora el rol de las tecnologías emergentes de comunicación (como la grabadora y la radio) en el paso de una cultura rural indígena a una cultura popular de orientación masiva en el Perú. En este contexto, el trabajo de Arguedas con el folklore y su involucramiento con la música andina en Lima son estudiados como respuesta al proceso de migración masiva y urbanización.

Finalmente, este libro propone una metodología de evaluación del productor cultural a partir de la categoría de práctica, por la cual se estudia la totalidad de sus obras, incluyendo periodismo, antropología, folklore, trabajo editorial, creación de redes intelectuales y promoción cultural. Sus capítulos invitan a repensar las nociones establecidas sobre la relación entre cultura y capitalismo durante una época en que la revolución era el foco de atención del campo intelectual latinoamericano.

 

Sobre el autor

Javier García Liendo. Es profesor de cultura andina y latinoamericana en la Universidad de Washington University in Saint Louis, donde enseña cursos sobre el área andina, historia intelectual, migración, media y producción cultural. Recibió su doctorado en culturas y literaturas latinoamericanas por la Universidad de Princeton y realizó sus estudios de pregrado en literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Recientemente ha editado el libro Migración y frontera: experiencias culturales en la literatura peruana del siglo XX (Iberoamericana Vervuert, 2017). Sus artículos han aparecido en distintas revistas, tales como Latin American Research Review (en prensa), MLN, Discourse, Bulletin of Spanish Studies, Romance Notes y Revista de Crítica Literaria Latinoamericana. Ha coeditado el volumen monográfico Media and Materiality in Latin America (Discourse). En la actualidad realiza una investigación de historia cultural sobre maestros, folklore y nacionalismo en el Perú.

 

Muestra sobre Luis Hernández reúne sus cuadernos y archivo personal

Luis Hernández con su hermano Carlos, sus tres sobrinos y su Madre Rosa en su casa en la Avenida 6 de agosto en Jesús María.
Luis Hernández con su hermano Carlos, sus tres sobrinos y su Madre Rosa en su casa en la Avenida 6 de agosto en Jesús María.

La exposición El sol lila. Constelaciones poéticas de Luis Hernández, que se inaugurará el miércoles 26 de abril, a las 7:00 p.m., en la Sala de Exposición 1 de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima), mostrará al público por primera vez el archivo personal del poeta custodiado por su familia.

La muestra exhibirá gran parte de los cuadernos de Luis Hernández conservados por sus herederos. Estos ascienden a más de 40 y son custodiados actualmente por la editorial Pesopluma. Además, algunos de ellos serán expuestos en versión facsimilar para que el público interactúe con ellos.

Luis Hernández solo publicó tres poemarios: Orilla (1961), Charlie Melnik (1962) y Las Constelaciones (1965) y exploró otras maneras de difundir su obra a través de cuadernos que obsequiaba a distintas personas. En ellos se encuentran poemas, citas, traducciones, letras de canciones, dibujos y collages.

Otra de las novedades que presentará la exposición será un cuaderno inédito de Hernández, encontrado por un transeúnte en las calles de Lima en la década del 70. Además, se proyectarán las entrevistas realizadas a los hermanos del poeta, Max y Carlos Hernández; a sus amigos como los hermanos Larco y Silvio Ratto; al poeta Luis La Hoz y al escritor Nicolás Yerovi.

Además, el archivo de Luis Hernández incluye fotografías personales en distintas edades y momentos de su vida, documentos, libros de música donde realizó anotaciones, su diploma y sello de médico, entre otros.

Asimismo, primera vez se mostrará un rollo de papel, que pertenece al poeta Omar Aramayo, y que contiene dibujos y poemas de Luis Hernández, quien escribió en el papel durante uno de sus cumpleaños.

La exposición se realiza con la colaboración de la familia Hernández Camarero y de la editorial Pesopluma.

La muestra podrá visitarse  hasta el domingo 27 de agosto de 2017, en el horario de martes a domingo de 10:00 a.m. a 7:00 p.m. Ingreso libre.

 

 

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