El miércoles 12 de diciembre de 2018, a las 6:30 p. m., en el auditorio de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima), se realizará la presentación Narradores de la noche: Cuentos de Navidad, con la participación de los integrantes del programa Abuelas y Abuelos Cuentacuentos de la Casa de la Literatura. Esta actividad está dirigida a jóvenes y adultos. El ingreso es libre.
El ciclo de narradores de la noche culmina su participación del año presentando cuentos con la temática navideña. Los relatos han sido escritos por autoras y autores como Carlota Carvallo, Oscar Wilde, Ray Bradbury, Hans Christian Andersen, entre otros.
Estas historias tienen como punto de partida y llegada la fiesta navideña que es apreciada desde distintas perspectivas, tiempos y lugares.
El repertorio de relatos será: La noche buena de Jacinto, a cargo de Betty Condor; El gigante egoísta, narrado por de Etelvina Llanos; Víspera de reyes, a cargo Martha Diaz; El regalo, narrado por Leoncio Mendivil; La bailarina y el mago, a cargo de Ysabel Cardenas; La niña de los fósforos, narrado por Juana Rosa Anchante y Rolando Valenzuela; El árbol, a cargo de Sonia Fernández, y Tres cuentos peruanos de navidad, narrado por Sergio Calle.
Sobre el ciclo:
Narradores de la noche es un espacio para conocer y disfrutar de la narración oral. Está dirigido a un público joven y adulto y se desarrollará una vez al mes en el auditorio de la Casa de la Literatura Peruana. Se nutre de la participación de los integrantes del programa de Abuelas y Abuelos Cuentacuentos, quienes presentaran sus investigaciones y trabajos colectivos desarrollados durante el año.
En la reproducción de la imagen se muestran a los integrantes del Grupo Bubinzana: Teddy Bendayán, Javier Dávila, Jaime Vásquez Izquierdo, Róger, Rumrrill, Isaías Gómez Linares y Manuel Tunjar en 1965. (Foto: Tom Quiroz)
En 1981, el poeta, narrador, periodista y fundador del grupo Bubinzana, Róger Rumrrill da testimonio de su fundación y relata historias sobre Iquitos de esos años. Esta nota fue publicada originalmente en la revista Proceso. En nuestra exposición La casa sin puerta. Literatura amazónica (1940-1980) puede revisar la edición facsimilar.
Por Róger Rumrrill
Si el Grupo Cultural “Bubinzana” de Iquitos sería una persona, este 1981 sería el año de su mayoría de edad, pues, según todas las evidencias, el grupo se formó “en algún mes de 1963 en un Bar de la Plaza 28 de Julio de Iquitos, establecimiento que ya no existe ahora”, según recuerda Jaime Vásquez Izquierdo, uno de los bubinzanos fundadores.
La ciudad es como una mujer
No es por azar que el grupo nació en un bar de la Plaza 28 de Julio. Es cierto que nuestras reuniones de debate y discusión durante 1962 y 1963 los realizamos, la mayoría de las veces, en mi domicilio de la calle Moore, en la proximidad de la Universidad. Pero era consenso entre nosotros, para no ir contra la corriente de la tradición bohemia y literaria, que Bubinzana debía nacer en un bar.
Y en un bar de la Plaza 28 de Julio. Todos los bubinzanos amábamos a la ciudad como a una mujer. Unos con más pasión que otros, según sus propios temperamentos. Jaime Vásquez, por ejemplo, amaba los extramuros de la ciudad, el antiguo “Barrio Obrero” conocido después como el “Barrio de la Soledad” con sus obreros y sus lavanderas tristes y distantes, con sus niños ventrudos chapaleando en las acequias, que posteriormente él ha descrito en sus relatos con el aire de abandono que tienen las gentes pobres de la ciudad.
Esta vocación por lo marginal nos llevó muchas veces, a mí y a Jaime, a frecuentar “El cacatúa verde”, un bar del puerto de Punchana, cerca al muelle, donde se ahogaban en cerveza los trabajadores portuarios del Amazonas acompañados de putas con nombres resplandecientes como “La cara de Ange”, “La Marilyn Monroe” y otras que nosotros veíamos desfilar en las borrascosas noches de “Cacatúa Verde”.
Yando, por el contrario, amaba la ciudad pero a su manera. Como los animales nocturnos de la Selva, amaba los espacios cerrados. Los rincones secretos del “Venecia”, y “El manguaré” donde se roía las uñas de las manos en silencios infinitos hasta que su soledad metafísica se interrumpía bruscamente con la afilada ironía de Javier Dávila Durand:
Yando, no termines toda tu ración de uñas. Guarda algo para el desayuno—. El pintor sonreía sin sobresaltos y luego se sumergía en otro de sus inescrutables silencios que otra vez Javier se encargaba de hacer trizas:
– Por favor, Yando, déjanos hablar algo a nosotros. Sólo tú quieres hablar.
Una penuria crónica atacaba nuestros bolsillos. Pero el silencioso Yando resolvió este problema con bastante eficacia en cierta época de intensa bohemia. Hizo arreglos con el propietario del “Venecia” y especialmente con el fraterno Jorge Perez, dueño del “Manguaré”, para pagar el consumo con esos oleos luminosos y barrocos que emergían del pozo sin fondo de sus silencios.
Pero el espacio que más amábamos de la ciudad, era la Plaza 28 de Julio.
En 1965, la Plaza 28 de Julio parecía a nuestra vida y a nuestros sueños. Al contrario de la Plaza ele Armas, pretenciosamente burguesa, la Plaza 28 de Julio era y es una Plaza popular hasta hoy. Porque mientras al borde de la Plaza de Atinas, con un trazado típicamente español, está el Municipio, la Iglesia, el Club Internacional, la Casa de Hierro, habitual guarida de juego de los ricos comes citadinos, en las orillas de la Plaza 28 de Julio estaban en 1965 los bares de mala muerte, en uno de ellos nació “Bubinzana” el cine “Bolognesi”, el chifa “El Cisne” donde reinaba Palomino, una especie de venus de hotentote en su versión masculina y el chifa “La Pagoda”, misteriosa playa donde habitualmente varábamos en las madrugadas de bohemia.
A “La Pagoda” llegaron una noche el pleno de “Bubinzana” en mi búsqueda por un asunto de mucha importancia para la literatura amazónica de esos días: la firma de un comunicado protestando creo que por la quema de libros ordenada por el Ministro de gobierno, Javier Alva Orlandini. Habían ido a mi casa y allí la única persona que les había recibido era Gaby, mi hija de tres años que se habla inventado un vocabulario que parecía un código secreto que a veces sólo su madre entendía. Huevo, por ejemplo, en el mágico lenguaje de Gaby, era “oo de cococo” Refresco se llamaba, según ese código, “Peco”:
— ¿Dónde está tu papá?—, le preguntaron los bubinzanos a Gaby.
— Ido a pegoga—, contestó en su poético lenguaje de tres años.
Los bubinzamos corrieron a buscarme en el chifa “La Pagoda”, mientras yo, ajeno a estos ajetreos de incomunicación lingüística, borroneaba cuartillas en el diario “El Eco”. Lo que pasaba es que Gaby llamaba al periódico “La Pegoga”.
“El Cisne”, donde presidía el—opulento Palomino, tenía fama de ser chifa en pugna mortal con la higiene. Las malas lenguas habían hecho correr el rumor de que toda la comida que los comensales sobraban volvía otra vez a llenar las gordas y ventrudas ollas del chifa. Hasta que a Javier Dávila mordaz en su ironía verbal y en sus actos, se le ocurrió, una venganza contra las artimañas del chifero. Nos invitó una noche a comer a todos los bubinzanos. En su bolsillo cargó media docena de cabos de vela y nos pidió que desmenuzáramos y mezcláramos con el arroz blanco. Las tazas de arroz quedaron intactas esa noche.
Al día siguiente, el Concejo aplicó una severa multa al chifa por la oleada de denuncias de los parroquianos que la noche anterior habían tragado vela con arroz.
Las noches siempre han sido cálidas y densas en esa Plaza, porque a partir de las nueve de la noche asomaban como palomas asustadas saliendo de sus nidos del Puerto de Belén, de los otros barrios pobres de la ciudad, las “Lolitas”, llamadas así por el personaje de Vladimir Nabokov, que caracterizó toda una época y un tipo de mujer casi niña, pero con aires de mujer adulta, desgarbada y desprejuiciada. Por eso, después de las diez, la Plaza 28 de Julio, con su feo y tosco monumento a la Libertad, se poblaba de soldados que parecían en pie de guerra, de obreras, estudiantes, y hasta turistas a la caza de “Lolitas”.
No sea puritano, hombre, estas matando el turismo, me dijo una noche el poeta Winston Orrillo, visitante iquiteño de esos días, cuando en “El Eco” que yo había emprendido una especie de guerra santa contra el lolitismo.
Poco tiempo después renuncié a la campaña, no por beneficio al turismo, sino porque me di cuenta que el origen de ese y otros problemas son estructurales y no se resolverán nunca con campanas periodísticas.
En 1965 la Plaza 28 de Julio era más cálida aun que en 1981. Parecía el rostro ancho, sudoroso y amable de la ciudad, La ciudad expresaba sus alegrías, sus temores, sus tensiones y su vida secreta en esa Plaza. Todavía estaban esos viejos y grandes árboles de mangos y castañas que el alcalde Willy Benzáquen Nájar hizo talar, derrumbando no sólo el lecho nupcial de los pájaros, al testigo inmutable de los jóvenes amantes, sino también la fresca sombra de los viejos caucheros que en las tardes del verano de junio se arremolinaban en las bancas de esa plaza para dar libre curso al río de sus recuerdos.
La tala de los árboles de la Plaza 28 de Julio bajo el argumento de que era necesario mejorar el ornato de la ciudad, argumento que en el futuro invocarán los belicistas para arrojar bombas nucleares en las ciudades del planeta, provocó la repulsa de todo el pueblo. En un espacio que tenía en radio “Eco” y que titulaba “Sencillamente humano.’ expresé mi protesta por ese hecho y recordé ese árbol de “leche huayco” que creció en la huerta de una de las casas donde viví en la Circular de Moronacocha. Hasta ese árbol blanco y fatigado por la vejez llegaban los monos, desafiando a los cazadores y a los niños con sus baladoras. Llegaban para disputarse esos frutos lechozos, posiblemente los frutos más ricos de la tierra. En ese árbol, tatuado con nuestros nombres, quedó colgada mi infancia con sus pantalones cortos y sus primeros amores.
Un hombre para la altura
En la plaza 28 de Julio vivía un hombre que debería ser el arquetipo del hombre amazónico: alegre, generoso, un poco desconfiado, lleno de humor, elevado a la categoría de hombre y ser humano sobre todas las contingencias y las adversidades: don Daniel Guzmán Cepeda.
Quien no pasó por esa casa con su huerta olorosa de guayabas brasileñas, con el fogón cálido y luminoso de la mirada de doña Mercedes, la esposa de don Daniel, con el abrazo cargado de humanidad de Orlando, el extraordinario hijo que la muerte segó prematuramente, cuando asomaba como una esperanza entre las nuevas generaciones de la Amazonía, por su compromiso con la causa del pueblo.
Ninguno de los bubinzanos llegamos a faltar a ese hogar y todos, en muchas ocasiones, disfrutamos de las excelencias del menú que don Daniel ofrecía a sus amigos. Alrededor de esa mesa, Manuel Túnjar Guzmán, insuperable panfletario verbal, disparaba sus virotes contra amigos y enemigos, Germán Lequerica Perea, el cálido poeta de “La Búsqueda del Alba”, asomaba mejor que nunca en su personalidad secreta y reservada; Teddy Bendayán Díaz, nos recitaba fragmentos de su único poemario “Humedad Ardiente” y soñaba con ser diputado y rector de la Universidad, el Cholo Humberto Morey hablaba sobre los colores grises y fríos de la Selva y mirando el futuro metaforizaba diciendo que “una boa sin fin es su esperanza”, Javier Dávila nos hablaba de sus amores y sus canciones y Jaime Vasquez Izquierdo, que en los bares tomaba leche y comía manzanas mientras los demás nos embriagábamos hasta ahogarnos de Amazonía, tartamudeaba al hablar por temer a dejar escapar sus fantasmas.
El viejo Daniel tenía un humor que alguna vez servirá para poner la base de una picaresca amazónica. Él es quien decía que había nacido para ser grande, un hombre destinado a las alturas, porque había nacido en Lamas, la única ciudad selvática ubicada en un cerro, a 800 metros sobre el nivel del mar. “Bahh, el Perú no tiene de superficie 1’400,000 kilómetros como dicen los geógrafos y los libros. El-Perú tiene 2 millones de kilómetros de superficie, incluyendo todas las superficies de los cerros”, decía con tono cazurro.
Fue él quien hizo la primera huelga de hambre de Iquitos, reclamando la devolución de unos originales a un escritor limeño que pretendía quedarse con sus “Trocitos de Selva”. Pero no faltaron las malas lenguas que dijeron que el viejo, antes de tenderse en su lecho de huelguista de hambre, metió debajo de su tarima una sabrosa y nutritiva sarapetera preparada en el caparazón de la tortuga. Hombre prevenido vale por dos.
Don Daniel, en vida, nunca llegó a ver en letras de imprenta sus libros, pese a que publicó en revistas y periódicos de la región artículos, relatos breves y sus populares “trocitos de Selva”. Accedí en muchas ocasiones al secretó de sus papeles, sus libretas de notas, sus originales encuadernados de “Trocitos de Selva”, “Tahuampa” y otros proyectos de libro. Son textos de un incuestionable valor testimonial que traducen la pasión y el conocimiento de un hombre por su tierra y sus gentes. Las nuevas generaciones deben recuperar este legado de un escritor que, como casi todos los de la Selva, fue un autodidacta cerril y, también como casi todos los escritores y artistas de la Amazonía, fue un hombre que salió de las ricas canteras del pueblo.
Aún en vida, le urdieron una broma propia entre escritores a don Daniel Decían de él que era autor de tres libros: “Tahuampa”, “Trocitos de Selva” y obras completas.
Dieciocho años después del nacimiento de Bubinzana y cuando don Daniel se ha ido para siempre y los bubinzanos son todavía como una flecha disparada que no ha llegado al blanco de su destino, bien vale la pena recordar a este escritor amazónico. Sus virtudes y sus limitaciones, su incierto destino de escritor, son lecciones que los escritores y artistas de hoy no deben olvidar.
El sábado 8 de diciembre iniciará la exposición bibliográfica: La navidad en la literatura. (Foto: Tom Quiroz)
Todas las actividades de la Casa de la Literatura son gratuitas. La dirección es Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima. Estación Desamparados, a una cuadra de la Plaza Mayor. Nuestro horario de atención es de martes a domingo de 10 a.m. a 7 p.m.
*El domingo 9 de diciembre no habrá atención debido al Referéndum 2018.
Sábado 8
Exposición bibliográfica: La navidad en la literatura
Se pondrá a disposición del público una colección de obras literarias, ensayos artículos de revistas, además de textos visuales que se vinculen con la Navidad. Presentaremos obras de Carlota Carvallo, Abraham Valdelomar, Martín Adán, José Carlos Mariátegui, Ciro Alegría, entre otros escritores y autores extranjeros. Esta exposición será una oportunidad para que los lectores puedan leer y explorar con tranquilidad estos textos e invitar a reflexionar sobre este acontecimiento histórico, social y religioso.
Lugar: Biblioteca Mario Vargas Llosa. Hora: 10:00 a.m. a 7:00 p.m.
Historias para disfrutar en familia
El invitado al sábado de cuentacuentos será el narrador César Prieto (Cusco). El espectáculo está dirigido a familias y a niños desde los 5 años de edad.
Lugar: Sala Carmen Taripha (detrás de la escalera principal). Horario: 3:30 y 4:30 p. m. (dos funciones).
Tardes de lectura familiar
Las mediadoras de la sala infantil nos compartirán el libro Mis cuentos preferidos, del autor Hans Christian Andersen e ilustrado por Jordi Vila. La actividad está dirigida a niñas y niños desde los 7 años de edad.
Lugar: Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo. Hora: 5:00 p. m.
Festival Internacional de Cine Transcinema
La Casa de la Literatura será una de las sedes del 6° Festival Internacional de Cine Transcinema del 30 de noviembre al 8 de diciembre de 2018, a excepción del lunes 3, a las 6:00 p. m. Transcinema es un festival de cine ‘transgénero’, que experimenta con las estéticas del documental y de la ficción, con el propósito de hacer mutar el lenguaje cinematográfico. Más información.
La cinta que se proyectará será: The image you missed (Irlanda, 2018)
Lugar: Sala Carlos Oquendo de Amat. Hora: 6:00 p.m.
Presentación del libro de cuentos El superman peruano
Autor: Juan Mujica Tedin. Presentan: Tania Huerta y Poldark Mego
Lugar: Auditorio. Hora: 6:30 p.m.
Además, el público podrá visitar nuestra exposición vigente:
Intensidad y altura de la literatura peruana. Es la muestra más representativa de la Casa de la Literatura y recorre nuestro devenir literario tomando como eje a las distintas identidades del país.
También nuestras tres salas de lectura:
Biblioteca Mario Vargas Llosa y el Café Literario (de martes a domingo de 10:00 a.m. a 7:00 p.m.) y la Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo (martes a viernes de 10:00 a.m. a 5:00 p.m., sábados y domingos de 10:00 a.m. a 6:00 p.m.). El servicio es gratuito, pero es necesario llevar DNI.
Nuestras salas de lectura ofrecerán distintos eventos durante diciembre. Los esperamos de martes a domingo de 10 a.m. a 7 p.m en nuestra Sala de Investigadores y nuestra Biblioteca Mario Vargas Llosa. Nota: el horario de atención de la Sala Cota es de martes a viernes de 10:00 a.m. a 5:00 p.m.; sábados y domingos, de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. El ingreso y los servicios son gratuitos.
Biblioteca Mario Vargas Llosa
Exposición bibliográfica: La navidad en la literatura
El sábados 8, sábado 15 y domingo 16 de diciembre, de 10:00 a 7:00 p.m., se pondrá a disposición del público que visite la biblioteca Mario Vargas Llosa una colección de obras literarias, ensayos artículos de revistas además de textos visuales que se vinculen con la Navidad. Presentaremos obras de Carlota Carvallo, Abraham Valdelomar, Martín Adán, José Carlos Mariátegui, Ciro Alegría, entre otros escritores y autores literarios extranjeros.
Esta exposición será una oportunidad para que los lectores puedan leer y explorar con tranquilidad estos textos e invitar a reflexionar sobre este acontecimiento histórico, social y religioso.
Lectura poética: La navidad en la literatura
El sábado 22 de diciembre, a las 6:00 p.m., los miembros del equipo de la biblioteca, visitantes y usuarios de nuestras salas de lectura de distintas edades podrán declamar poesías propias o tomadas de otros autores, cuyo tema gire alrededor de la Navidad. La participación es libre y será a modo de micrófono abierto. El escenario será en el Café Literario que será ambientado para la ocasión.
Reconocimiento a nuestros lectores frecuentes
El domingo 16 de diciembre, a las 5:00 p.m., el equipo de biblioteca tendrá un espacio para reconocer y conversar con los usuarios frecuentes de las diferentes salas de lectura que han compartido su tiempo de lectura e investigación durante el 2018. Estarán invitados los lectores y sus familiares así como el público interesado en acompañarnos. Conoceremos quiénes son, cómo es su vinculación con la Casa de la Literatura, cuáles son sus lecturas, sus autores preferidos y prácticas lectoras y de uso de las salas de lectura.
Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo
Bebetecas
El domingos 2 de diciembre, a las 11:00 a.m., en la Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima), el programa Bebetecas presentará su propuesta dirigida a niñas y niños hasta los 3 años de edad. Durante cada sesión las Abuelas y Abuelos Cuentacuentos, Silvia Meza y las mediadoras literarias presentarán un repertorio de cantos, arrullos, poemas y cuentos pertenecientes a la tradición oral, para luego invitar a las familias a replicar los cantos dirigiéndose a sus niños.
Tardes de lectura familiar
El sábado 8 de diciembre del 2018, a las 5:00 p.m., los niños y niñas, junto a sus familiares o cuidadores, están invitados a compartir las tardes de lectura familiar. El libro que se presentará es Mis cuentos preferidos de Hans Christian Andersen e ilsutrado por Jordi Vila Declós. La actividad está dirigida a niños y niñas a partir de los 6 años de edad.
Tardes de narración
El viernes 14 de diciembre del 2018, a las 4:00 p.m., los niños y niñas junto a sus familiares o cuidadores, están invitados a compartir las Tardes de narración, la cual contará con la participación de las Abuelas y Abuelos Cuentacuentos de la Casa de la Literatura Peruana.
Tardes de poesía en familia
El sábado 15 de diciembre del 2018, a las 5:00 p.m., los niños y niñas, junto a sus familiares o cuidadores, están invitados a compartir la sesión de poesía en familia. El libro elegido es La pulga y el piojo es un poema de la tradición oral ilustrado por Víctor Pérez. La actividad está dirigida a niños y niñas a partir de los 7 años de edad.
Lectura del libro del mes
El sábado 15 de diciembre del 2018, a las 5:00 p.m., los niños y niñas, junto a sus familiares o cuidadores, están invitados a compartir la lectura del libro del mes. Un pasito…y otro pasito, ilustrado y escrito por Tomie de Paola es el texto seleccionado, el cual responde a las celebraciones por el mes de las bibliotecas. Durante la sesión se presentará información relacionada a la autora e ilustradora, así como detalles del propio libro. Además, la técnica de lectura en voz alta nos permitirá compartir las historias y analizar las imágenes. La actividad está dirigida a niños y niñas a partir de los 6 años de edad.
El viernes 7 de diciembre, de 5:00 a 7:00 p.m., en auditorio de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima), se realizará la conferencia Mediación de lectura en el currículo escolar, a cargo de la lingüista e investigadora Karen Coral . La participación es libre.
La charla busca que los docentes reconozcan que la lectura y escritura son actos cognitivos complejos y que ambas se pueden implementar de acuerdo a las realidades y misiones del currículo nacional.
Sobre la expositora
Karen Coral Rodríguez. Es lingüista especializada en la educación escolar tanto pública como privada con experiencia en diseño curricular, implantación didáctica, enfoque por competencia, elaboración de materiales educativos y capacitación y evaluación docente. Actualmente es profesora del Departamento de Humanidades en la sección Lingüística y Literatura, de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha sido responsable del equipo curricular de comunicación del Ministerio de Educación y de las Rutas de Aprendizaje de esa área.
Todas las actividades de la Casa de la Literatura son gratuitas. La dirección es Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima. Estación Desamparados, a una cuadra de la Plaza Mayor. Nuestro horario de atención es de martes a domingo de 10 a.m. a 7 p.m.
*El domingo 9 de diciembre no habrá atención debido al Referéndum 2018.
Martes 4
Festival Internacional de Cine Transcinema
La Casa de la Literatura será una de las sedes del 6° Festival Internacional de Cine Transcinema del 30 de noviembre al 8 de diciembre de 2018, a excepción del lunes 3, a las 6:00 p. m. Transcinema es un festival de cine ‘transgénero’, que experimenta con las estéticas del documental y de la ficción, con el propósito de hacer mutar el lenguaje cinematográfico. Más información.
La cinta que se proyectará será: Notes on an appearance (Estados Unidos, 2018)
Lugar: Sala Carlos Oquendo de Amat. Hora: 6:00 p.m.
Mesa de diálogo: la obra de Julio Ramón Ribeyro
La obra narrativa de Ribeyro, valorada especialmente en el Perú, ha despertado interés en estudiosos de otros países, como es el caso de las investigadoras invitadas a esta charla. ¿Cómo leen a Ribeyro en otras latitudes? ¿Cómo se perciben los escenarios y personajes de sus cuentos desde estas lecturas fuera del Perú? ¿Cómo se sitúa la obra narrativa de Ribeyro en la tradición hispanoamericana? Estos serán algunos de los ejes de este diálogo. Participan: Julio Ribeyro Cordero (Francia), Jorge Coaguila (Perú), Paloma Torres Pérez-Solero (España) y Belén Vila Osores (Uruguay).
Lugar: Auditorio. Hora: 7:00 p.m.
Miércoles 5
Festival Internacional de Cine Transcinema
La Casa de la Literatura será una de las sedes del 6° Festival Internacional de Cine Transcinema del 30 de noviembre al 8 de diciembre de 2018, a excepción del lunes 3, a las 6:00 p. m. Transcinema es un festival de cine ‘transgénero’, que experimenta con las estéticas del documental y de la ficción, con el propósito de hacer mutar el lenguaje cinematográfico. Más información.
La cinta que se proyectará será: La torre (Colombia y México, 2018)
Lugar: Sala Carlos Oquendo de Amat. Hora: 6:00 p.m.
Homenaje al escritor: Luis Fernando Vidal
Organiza: Jorge Luis Roncal
Lugar: Sala Intensidad y Altura. Hora: 7:00 p.m.
“Resiliences”. Conversatorio sobre la propuesta de auto-crianza y resiliencia en el montaje de Lucía del espejo…testimonios de una piel
Participan: Luisa Pérez Wolter y María Laura Vélez
Lugar: Auditorio. Hora: 7:00 p.m.
Jueves 6
Festival Internacional de Cine Transcinema
La Casa de la Literatura será una de las sedes del 6° Festival Internacional de Cine Transcinema del 30 de noviembre al 8 de diciembre de 2018, a excepción del lunes 3, a las 6:00 p. m. Transcinema es un festival de cine ‘transgénero’, que experimenta con las estéticas del documental y de la ficción, con el propósito de hacer mutar el lenguaje cinematográfico. Más información.
La cinta que se proyectará será: Ainhoa, yo no soy esa (España, 2018)
Lugar: Sala Carlos Oquendo de Amat. Hora: 6:00 p.m.
Presentación del libro cartonero Colección de cuentos de los alumnos del 6to grado de primaria del colegio Talentos
Organiza: IEP. Talentos
Lugar: Auditorio. Hora: 5:00 p.m.
Presentación de la novela Diáspora
Autor: Dante Morales Taquia. Presentan: Carlos Castañeda, Jonathan Estrada y Piero Palmieri.
Lugar: Auditorio. Hora: 7:00 p.m.
Viernes 7
Mediación de lectura en el currículo escolar
La charla, a cargo de la investigadora Karen Coral, busca que los docentes reconozcan que la lectura y escritura son actos cognitivos complejos y que ambas se pueden implementar de acuerdo a las realidades y misiones del currículo nacional.
Lugar: Auditorio. Hora: 5:00 p.m.
Festival Internacional de Cine Transcinema
La Casa de la Literatura será una de las sedes del 6° Festival Internacional de Cine Transcinema del 30 de noviembre al 8 de diciembre de 2018, a excepción del lunes 3, a las 6:00 p. m. Transcinema es un festival de cine ‘transgénero’, que experimenta con las estéticas del documental y de la ficción, con el propósito de hacer mutar el lenguaje cinematográfico. Más información.
La cinta que se proyectará será: Mar negro (Bolivia, 2018)
Lugar: Sala Carlos Oquendo de Amat. Hora: 6:00 p.m.
Presentación del libro de cuentos Non Serviam
Autor: Erick Fernández Pozo. Presentan: Carlos Milton Manrique y Jorge Casilla Lozano.
Lugar: Sala Intensidad y Altura. Hora: 7:00 p.m.
Sábado 8
Exposición bibliográfica: La navidad en la literatura
Se pondrá a disposición del público una colección de obras literarias, ensayos artículos de revistas, además de textos visuales que se vinculen con la Navidad. Presentaremos obras de Carlota Carvallo, Abraham Valdelomar, Martín Adán, José Carlos Mariátegui, Ciro Alegría, entre otros escritores y autores extranjeros. Esta exposición será una oportunidad para que los lectores puedan leer y explorar con tranquilidad estos textos e invitar a reflexionar sobre este acontecimiento histórico, social y religioso.
Lugar: Biblioteca Mario Vargas Llosa. Hora: 10:00 a.m. a 7:00 p.m.
Historias para disfrutar en familia
El invitado al sábado de cuentacuentos será el narrador César Prieto (Cusco). El espectáculo está dirigido a familias y a niños desde los 5 años de edad.
Lugar: Sala Carmen Taripha (detrás de la escalera principal). Horario: 3:30 y 4:30 p. m. (dos funciones).
Tardes de lectura familiar
Las mediadoras de la sala infantil nos compartirán el libro Mis cuentos preferidos, del autor Hans Christian Andersen e ilustrado por Jordi Vila. La actividad está dirigida a niñas y niños desde los 7 años de edad.
Lugar: Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo. Hora: 5:00 p. m.
Festival Internacional de Cine Transcinema
La Casa de la Literatura será una de las sedes del 6° Festival Internacional de Cine Transcinema del 30 de noviembre al 8 de diciembre de 2018, a excepción del lunes 3, a las 6:00 p. m. Transcinema es un festival de cine ‘transgénero’, que experimenta con las estéticas del documental y de la ficción, con el propósito de hacer mutar el lenguaje cinematográfico. Más información.
La cinta que se proyectará será: The image you missed (Irlanda, 2018)
Lugar: Sala Carlos Oquendo de Amat. Hora: 6:00 p.m.
Presentación del libro de cuentos El superman peruano
Autor: Juan Mujica Tedin. Presentan: Tania Huerta y Poldark Mego
Lugar: Auditorio. Hora: 6:30 p.m.
Además, el público podrá visitar nuestra exposición vigente:
Intensidad y altura de la literatura peruana. Es la muestra más representativa de la Casa de la Literatura y recorre nuestro devenir literario tomando como eje a las distintas identidades del país.
También nuestras tres salas de lectura:
Biblioteca Mario Vargas Llosa y el Café Literario (de martes a domingo de 10:00 a.m. a 7:00 p.m.) y la Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo (martes a viernes de 10:00 a.m. a 5:00 p.m., sábados y domingos de 10:00 a.m. a 6:00 p.m.). El servicio es gratuito, pero es necesario llevar DNI.
Julio Ramón Ribeyro en el balcón de su departamento de Barranco, donde se inspiró en su cuento “Surf” (1994). (Foto: Herman Schwarz)
El martes 4 de diciembre de 2018, a las 7:00 p.m., en el auditorio de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima), se realizará la mesa de diálogo La obra de Julio Ramón Ribeyro. El ingreso a esta actividad es libre.
Participarán en la charla Julio Ribeyro Cordero, hijo del destacado cuentista; así también el periodista Jorge Coaguila, principal investigador de la obra de Ribeyro en el Perú y, además, su albacea literario. Así también, estarán presentes las investigadoras Paloma Torres Pérez-Solero (España) y Belén Vila Osores (Uruguay), la primera de ellas con una tesis doctoral sobre los relatos de La palabra del mudo.
La obra narrativa de Ribeyro, valorada especialmente en el Perú, ha despertado interés en estudiosos de otros países, como es el caso de las investigadoras invitadas a esta charla. Sin embargo, fueron los diarios del entrañable autor los que encontraron mayor notoriedad en el extranjero. ¿Cómo leen a Ribeyro en otras latitudes? ¿Cómo se perciben los escenarios y personajes de sus cuentos desde estas lecturas fuera del Perú? ¿Cómo se sitúa la obra narrativa de Ribeyro en la tradición hispanoamericana? Estos serán algunos de los ejes de este diálogo.
Julio Ramón Ribeyro falleció el 4 de diciembre de 1994, en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas, días después de haber obtenido el Premio de Literatura Juan Rulfo, hoy conocido como Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, otorgado por la Feria del Libro de Guadalajara.
Traducción de José María Arguedas del villancico canción de los pastores, la cual fue publicada en el número 1 del suplemento Urpi. (Foto: Tom Quiroz)
El sábado 15de diciembre, a las 4:00 p.m. y 5:00 p.m., en la exposición Maestros escritores. Experiencias de literatura en la escuela de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima), se realizará la actividad Cantan y cuentan en Navidad: memorias de Cota Carvallo y José María Arguedas, a cargo de Cecilia Linares y Sonia Fernández, integrantes del programa de Abuelas y abuelos cuentacuentos de la Casa de la Literatura.El ingreso es libre.La capacidad es de 30 personas.
El evento consistirá en la presentación de dos cuentos de Cota Carvallo y un villancico traducido del quechua por José María Arguedas, este último, se encuentra en la revista Urpi, suplemento infantil del diario La Prensa, el cual fue uno de los espacios precursores de difusión de la literatura infantil en nuestro país.
Se narrarán los relatos Extraña navidad y El arbolito de Carlota Carvallo de Núñez y al finalizar invitarán a los asistentes a interpretar el villancico Canción de los pastores, el cual fue traducido por el autor de Todas las sangres.
Tras finalizar la actividad, que se da en el marco de la exposición Maestros escritores. Experiencias de literatura en la escuela, se repartirá a los asistentes la edición facsimilar de la revista Urpi, al cual fue trabajada por la Casa de la Literatura Peruana.
El poeta Sandro Chiri y el investigador Víctor Vich dialogaron entorno a la poesía peruana del siglo XX. (Foto: Tom Quiroz)
El investigador Víctor Vich y el poeta Sandro Chiri disertaron alrededor del reciente libro Poetas peruanos del siglo XX. Lecturas críticas, el cual fue trabajado por Vich. Durante el diálogo se abordaron conceptos como la lectura crítica, además, de la poesía peruana del XX.
El también catedrático de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) catalogó al siglo XX con el mejor siglo de la poesía peruana e indicó que no han sido chispazos las apariciones de grandes poetas, sino que cada década tiene vates de gran nivel.
“Así como existe el Siglo de Oro de la poesía española o el siglo de oro de la literatura española, el siglo XX es el siglo de oro de la poesía peruana, dudo mucho —espero equivocarme— que haya un siglo con poetas tan extraordinarios en toda la generación”, apunta Víctor Vich.
“La poesía es una de las pocas cosas que a lo largo del siglo XX ha funcionado con solvencia. En todas las décadas podemos encontrar poetas extraordinarios, poetas de altísimo nivel. No hay chispazos, hay una continuidad permanente. […] Vemos una contundencia, una tradición sólida por eso creo que es una especie de siglo de oro”, añade.
Al ser consultado por el paralelo de la poesía del siglo de oro español y el caso peruano, dijo que lo hace “por la cantidad, la calidad y los nombres”, además, reflexionó sobre el papel importante que ocupó Luis de Góngora en este periodo de la poesía española.
“Góngora es el autor del Siglo de oro, el que renueva discurso literario en España, que más allá por contraposición o por imitación va a cambiar el paradigma de la literatura española. Yo diría que en el siglo XX peruano eso es Trilce, es decir, Trilce es el momento en el que Vallejo desestructura el lenguaje, digamos lo hace pedacitos, lo pone sobre la mesa y entonces demuestra que ya se puede hacer todo”, anota el investigador.
“Para empezar a crear cosas nuevas y salgan Moro, Westphalen, Oquendo, los poetas del cincuenta, Hora Zero, etc., primero tenía que estar todas las fichas dispersas y eso es Trilce, es el gesto ‘gongorino’ que funciona como el activador de la nueva poesía peruana del siglo XX”, agrega.
José Carlos Mariátegui
El investigador Víctor Vich destacó el papel que tuvo el pensador José Carlos Mariátegui a inicios del XX y lo importante que fue la revista Amauta para impulsar la literatura peruana y la vanguardia.
“El gran animador de la literatura peruana del siglo XX fue Mariátegui, gracias a Mariátegui, a la revista Amauta, a su lucidez, a su sensibilidad, a su conocimiento del orbe, del arte y su apertura del arte del siglo XX. Todos los poetas de las primeras décadas del siglo tuvieron un espacio para ser publicados, para ser comentados, para aparecer en la escena literaria”, explica y añade en otro momento: “Si tenemos que hablar de la cultura peruana del siglo XX es Mariátegui, Vallejo y Arguedas. Ese es el triunvirato, son quizás los personajes más importantes de la cultura”.
Poetas peruanos del siglo XX. Lecturas críticas
El conversatorio se dio en el marco del libro Poetas peruanos del siglo XX. Lecturas críticas, recientemente publicado por Víctor Vich. En este libro, el investigador analiza a doce poetas publicados a los largo del siglo XX y realiza una lectura crítica de sus poemas.
El libro —bajo la mirada del poeta Sandro Chiri— se mueve bajo cuatro ejes: “el primero de ellos está centrado en el fundador de la poesía peruana moderna: Eguren; el segundo eje se mueve alrededor de cuatro poetas de nuestra vanguardia: César Vallejo, César Moro, Martín Adán y Emilio Adolfo Westphalen; el tercer eje se mueve con lo poetas del cincuenta y se detiene en poetas representativos de la poesía peruana del siglo XX: Jorge Eduardo Eileson, Javier Sologuren, Blanca Varela, en Alejandro Romualdo, Washington Delgado y en Carlos Germán Belli; el cuarto eje estaría sincronizado con el poeta de la contracultura: Antonio Cisneros”.
Poetas peruanos del siglo XX incluye, además, una selección de poemas de cada autor analizado. “Es una selección de poemas en torno a lo que podía decir algo nuevo sobre ellos, es decir, que tenía una idea nueva, que yo podía aportar algo al conocimiento de la poesía de cada uno de los que están aquí”, explica sobre la selección de poetas y poemas para el libro.
Lectura crítica
El investigador Víctor Vich compartió los conceptos sobre la lectura crítica, subtítulo de su libro, y comentó que más que valorar una obra es analizarla.
“¿Qué significa lecturas críticas?¿Qué significa hacer crítica? En principio diría que se trata más que de valorar, se trata de hacer un análisis, es decir, comentar la riqueza simbólica, la riqueza formal en los poemas. Un poema es una obra de arte y en ese sentido es la construcción de un forma de un símbolo. Un poema pertenece a una época, a un autor, a una estética, a una historia, la labor del crítico es comentar el poema a partir de todos estos determinantes que lo anteceden que de alguna manera están dialogando”, precisa.
Arturo Hernández en la exposición La casa sin puerta. (Foto: Tom Quiroz)
El 23 de abril de 1967 se publicó, en el suplemento Estampa del diario Expreso, una entrevista al escritor Arturo Hernández, la cual fue realizada por el periodista Hernán Velarde. Aquella conversación fue acompañada de un fragmento de la novela Selva trágica. Compartimos a continuación solo la transcripción de aquella entrevista. En nuestra exposición La casa sin puerta. Literatura amazónica (1940-1980) puede revisar la edición facsimilar.
Hagamos al revés: bajemos a Arturo Hernández de su legendario pedestal. Año 1900, el río Ucayali bruñido por el sol, baja como un huaico de acero derretido. Los pueblos saltan como pulgas en sus riberas. Río que preña montañas y convierte en nómades los caseríos. Colmillo de agua enloquecido por la lujuria, que monta tigres y descuaja selvas. El Ucayali, brazo derecho del Río Dios.
Por Hernán Velarde
Pájaros desmenuzados por las garras del relente. Verde paranoico en las lenguas de los platanares que lamen las intimidades de lo tarde y degluten la flema de las babosas. Un sendero de hojas muertos lleva hasta SINTICO, pueblo con kepis de palmera y pájaros de colores alumbrando los árboles. Pueblo miserable que vive de mirar el río, como uno amiba incrustada en el intestino. Pueblo gratuito como una collampa. Sumidero humano. Pueblo de shiringueros, desadaptados sociales y aventureros.
Cualquier noche, SINTICO dormía aletargado por lo niebla y el color, o huesos dislocados corno una hetaira de vejez horizontal, cuando fue barrido por el río. Primero fue un trueno de punta roma cuyos ecos se ahogaron en la oscuridad, después vino el agua levantando sapos y hombres en todas posiciones, haciendo flotar gritos y ninguna oración. La madrugado lechosa tenlo aliento de flores después de la crecida. Así murió SINTICO y fue naciendo Arturo Hernández, o más bien SANGAMA, lo novelo de lo Selva peruana.
—Es que el río es sucio, pero se no tanto como los pueblos.
A PREGUNTAS SUELTAS
—General Hernández, ¿es cieno que SANGAMA es su autobiografía?
— Lo es o tal punto que lo invención no cabe en ella.
—Si se lo pidieran, ¿qué consejo daría a los novelistas actuales?
—Vivir más e inventar menos
— ¿Cómo tipifica usted a los escritores modernos?
— Son desapasionados y cerebrales. Será tal vez porque ahora el mundo camina sobre ruedas o por los aires, que el hombre ha perdido contacto con el hombre y con la tierra.
RETRATO DE UN DRAMA
—Hablemos de su niñez.
— Fue un drama a la muerte de mi madre y borrado del mapa SINTICO, mi pueblo natal, nos trasladamos a Tierra Blanca, un puertucho claveteado por el canto de las aves, a orillos del Ucayali. Otro retozo de soledad poblado por shiringueros, donde de vez en cuando asomaba la popa entorchado de humo de algún barco.
— ¿Dijo Ud. que se niñez fue un drama?
— Sí, mi abuela paterna, doña Adelaida Vargas, una especie de monstruo familiar, opuesta a la unión de mis podres, me hizo heredero de su odio y no satisfecha con darme o hacer las tareas dignas de mujeres me sometía a los más terribles martirios físicos.
Por eso lo Selva que yo conozco, es uno Selva borrada por los lágrimas, cruda y lacerante. Mi única alegría era mirar los barcos ingleses que pasaban croando rumbo a Liverpool, cargados de goma elástica y una hez marinera de ojos azules y bocas carcomidos por el yodo.
¿TÚ?
Un día pasó una barcaza llena de soldados, con destino a una guarnición del interior.
Levanté la mano para saludarlos preso de una emoción desconocida y al mismo tiempo sentí que una mano corno garra me sacudía por los hombros.
— ¿Qué miras desgraciado?
— Me gustaría ser uno de ellos
— ¿Tú?
—Sí, ma, ¿por qué no?
— jPorque eres un imbécil…!
Así era mi abuela.
EN EL LODO
—Imagínese General, ¡cómo le hubiera ido al lobo con semejante abuela!
Arturo Hernández está sentado de cara a los celajes limeños Tiene lo costumbre de mirar alto, como hacen los ciegos. Alguna vez un comentarista infantiloide le llamó “Tarzán, Teniente Coronel”. Yo me río de tan abderitico escritor, porque Hernández no caminó la Selva por las ramas, sino o la par con los “ulurungos” y los caimanes, de o pecho pelado sobre su venenosa piel.
—Hice hasta el segundo de primario en uno escuelita de Tierra Blanca, cuando mi podre requirió mi presencia en los shiringales a orillas del Pacayo y el Sumaría. Un día fui sorprendido en plena Selva por la creciente. Vi cómo el agua fagocitaba la tierra con su universo viviente, las bestias sumergidas. Tal vez quería morir, pero como soy hijo de una naturaleza hostil, trepé a los árboles y viví en ellos por tres días. Créame, al volver a casa, pensé ingenuamente que me recibirían alborozados. ¡Nada de eso!, ni siquiera me preguntaron dónde estuve. Si le digo que mi niñez fue un martirio…
Sospecho que Arturo Hernández no está llorando, porque sabe que los generales eso lloran…
UN SEXTO SENTIDO
Pese a que tal vez todos hubieran visto mi muerte con agrado, pero no pude brindarles esa felicidad. Porque de niño mi cuerpo era como un contador geiger para el peligro. Era admirable cómo estaba dotado poro evadir la muerte. Un pie retractado un segundo antes de pisar una tarántula o una víbora, eran frecuentes durante mis suicidas correrías por la Selva. Veinte años después al volver a Loreto, comprobé que esa mi facultad se había perdido, más aún tenía entonces un terror pánico a la floresta. La Selva y yo éramos dos extraños.
SOLDADO
—Doctor Hernández, ¿cuál era su mayor ilusión en aquellos días grises?
—Una muy simple y hasta ridícula: tener empleo, calzado, corbata y escritorio propios. Por eso casi consideré lo consumación de mis desgracias, el hecho de ser levado o los 17 años. Pero aquel nuevo capítulo de mi vida en el Regimiento Cazadores de Oriente número 17 de Iquilos, sellaría mi futura carrera militar y descubría al novelista que vivir en mí, sin saberlo nadie ni siquiera yo.
— ¿Cuál fue el primer libro que cayó en sus manos? — jAdelante, Adelante!, de Marden, que secó mis lágrimas de niño y sustituyó mi antigua depresión, por uno inquebrantable fe en el porvenir. Pero antes pasó una cosa curiosa. Al morir mi padre quedo en poder de un señor Vargas, vecino notable de Tierra Blanca. Así las cosas, pasó por el pueblo un nigromante extranjero y todos consultaron su destino con él. Al final de lo reunión, Vargas quiso burlarse de mí, y dijo.
—A ver qué dice la mano de éste.
El nigromante tomó mis monos y dijo: “Es una mano interesante, su dueño será general”. Todos estallaron en carcajadas y Vargas remató, su faena agregando:
— ¡Si este llega a General, yo será Papa…!
PRESO POR REVOLUCIONARIO
—Luego se produjo la revolución de Benavides contra Leguía y fui una especie de convidado de piedra de la misma, en mi calidad de subalterno. Al ser develada, caí preso junto con un grupo, entre los que casualmente no estaban los jefes de la revuelta. Me trajeron a Lima. Permanecí preso a bordo del “Elizabeth”, barco anclado en el Callao y posteriormente en la Cárcel de Guadalupe. Era otro jalón significativo en mi vida librada siempre al azar.
— Al salir en libertad, el mundo había dado una vuelta de 90 grados para mí. Enfrentaba la ciudad desconocida, más cruel cero y terrible que la Selva. Nuevamente a fojas cero, dormí en el Parque de los Garifos, sufrí hambre y conocí el sabor amargo de la desocupación.
Más tarde me hice albañil y se me desollaban las manos, ante la risa de la fuerte peonada serrana. Rodando siempre, llegué a ser bracero de una hacienda algodonera hasta que logré un “conchave” en el vapor Ucayali, al que fui por llamarse como mi río. Fueron muchos viajes por las costas del Caribe, en calidad de mozo de salón, el último de la nómina y el primero en el trabajo.
Dios de dolor y lágrimas, siempre con la esperanza de alcanzar algo que llenara mi espíritu. Cansado de dar vueltas en el mar, acepté el cargo de capataz de cuadrilla de los trabajadores que jalonaban la vía Mejorada-Ayacucho. Luego nuevamente en Lima, conseguí ser aceptado en la Oficina de Estadística del Hospital Dos de Mayo, con 120 soles mensuales. Ya tenía zapatos, un escritorio propio y un terno decente.
A LA UNIVERSIDAD
— ¿Sabe Ud. cómo y por qué ingresó a la universidad?
— Gracias o un amigo que quiso burlarse de mí. “Ya que eres tan aspirante, por qué no te presentas a la Universidad”. Lo dijo con tal tufillo de mala fe, que hirió mi amor propio y cualquier día me vi haciendo turno para los exámenes de ingreso, entre 800 alumnos que luchaban por colocarse en una de los 80 vacantes para Letras.
Fue un examen de pura “mechadera”, los aspirantes caían como moscas, por eso cuando el jurado llamó:
— ¡Aspirante Arturo Hernández del Águila!
Yo en vez de decir ¡presente!, quedé mudo y clavado en el suelo. Pero entonces vino nuevamente “en mi ayuda” el burlón que me envió trastabillando hasta los pies del Jurado, de un empellón.
— ¿Salvó?
— Me revolcaron malamente. Al final me entregaron un papel con mi nota. Yo naturalmente ni lo mire, “Mi amigo” reía aún cuando traspusimos la puerta de San Marcos, donde por hacer algo saqué el papel con mi nota. ¡Qué maravilla!, no sé por qué milagrosa mecanismo me habían puesto 11. Entonces vi que “mi amigo” lloraba. Nunca supe si fue de felicidad o de envidia…
NO BAUTIZADO
—Era el final de sus penas.
—Vea Ud. que no, porque para matricularse dijeron que debía presentar el certificado de bautizo y yo no hablo sido bautizado. Por eso cumplí ese sacramento o los 28 años. Luego conocí a mi tío, el doctor Gamarra Hernández, quien hizo posible que me dieron un cargo en la Zona Naval de la República, del Ministerio de Marina. Después todo fue realmente fácil, hasta el cargo de Defensor de Oficio de la Quinta Zona Judicial, con el grado de Teniente Coronel, con el que volví a Iquitos y mi ascenso a General de Brigada efectivo y Fiscal General del Consejo Supremo de Justicio Militar, con que fue dada de baja en 1964.
TODA UNA HISTORIA
Así de admirablemente sencillo es Arturo Hernández, celebrado autor de Sangama y Selva Trágica, convertido en los últimos dos años en el “best-seller” de países como Francia, Alemania, Rusia, Checoslovaquia, Inglaterra y Rumania, considerado por lo Academia Francesa y la Goncourt como uno de los escritores más grandes del Continente, casado con la hermosa dama sanmartiniana Telma San Martín y padre de Emilio, Enrique y Ricardo, lo cual ya es mucho para un “self made man” salido de lo más humilde de la tierra.