En la década del 1950-1960, la industria editorial en el Perú empezaba a mostrar mejoras, gracias a la Ley de Promoción Industrial no. 13270 emitida por el Congreso de la República, la cual brindaba ventajas tributarias. Esta ley fue aprobada en 1959 durante el gobierno de Manuel Prado. En este contexto, aparecieron los libros editados por Enrique Congrains bajo el sello “Círculo de novelistas”; las series del Patronato del Libro Peruano bajo la dirección de Manuel Scorza con el auspicio de Manuel Mujica Gallo; y la colección de literatura infantil Nuevos Rumbos, dirigida por José Bonilla Amado y editada por Juan Mejía Baca. Sin embargo, el público lector no aumentaba. Por lo que, una de las propuestas de los editores fueron los festivales del libro, como los organizados por el mismo Patronato del Libro Peruano. Además, cada capital de departamento empezó a organizar sus propios festivales. .