Jorge Monterrey: una vida dedicada a dibujar historias

Jorge Monterrey publicó en su historieta de ciencia ficción "Yungay 70" en 1978. (Foto: http://mundocomics2011.blogspot.com/ Lima, 1972)
Jorge Monterrey publicó su historieta de ciencia ficción “Yungay 70” en 1978. (Foto: http://mundocomics2011.blogspot.com/ Lima, 1972)

El 9° Encuentro de Narradores Gráficos rendirá homenaje al artista Jorge Monterrey, autor de la tira “Yungay 70” y de personajes como “Peñafiel” y “Matilde y su cocina”.

 

Por Johny Anccasi Huallpa

El artista Jorge Monterrey nació en la Oroya en 1948 y su vocación fue creciendo desde muy pequeño. Cuenta que a los 6 años ya dibujaba en los papeles sueltos que encontraba. Sus dibujos se fueron haciendo populares en la escuela, mientras devoraba las tiras de los periódicos La Crónica y La Prensa, que su padre compraba. Por influencia de esas lecturas, a los 12 soñaba con dibujar sus propias historias. En la secundaria, su inclinación al dibujo se fue afianzando. Luego ingresaría a la Escuela de Bellas Artes de Huancayo y, posteriormente, otro de sus sueños, convertirse en periodista deportivo, lo llevó a estudiar en la filial de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza de esa ciudad. Es ahí donde conoce al director del diario Correo de Huancayo de esos años, quien luego de ver sus dibujos, le pidió que trabaje en ese diario. Así empezó la carrera de “Monty”.

Era inicios de la década del setenta, cuando en Correo de Huancayo, donde trabajó de 1970 a 1972, publicó la tira Los huancas, trabajo que había venido realizando mucho antes de que ingresara a ese medio. Unos años después, se trasladó a Lima a buscar un futuro más prometedor. En la capital, en 1972, empieza a trabajar en Correo.  Allí fue el ilustrador principal e historietista del suplemento Jaimito Sabe Todo por casi dos décadas (1972-1980). En ese tiempo, su afición por la ciencia ficción lo llevaría a encontrarse con las primeras tiras de la adaptación de 20.000 leguas de viaje submarino, de Julio Verne. Cuenta Monterrey que este trabajo era dibujado por dos compañeros suyos antes de que llegue a sus manos. Los dos artistas poco después de haber empezado la adaptación se fueron a México, y por cosas del destino, “Monty” sería quien lo termine. El guion fue escrito por Lino La Rosa Olazábal, quien en ese entonces era editor de Correo. La primera tira de esta adaptación apareció en el suplemento Jaimito de ese diario en 1972. En este medio, Monterrey, además de tiras de ciencia ficción, como dibujante de planta, hacía caricaturas políticas y de temas de coyuntura.

Seis años después, en 1978, aparecen las tiras de Yungay 70, que según su autor sería su trabajo más importante. En plena Guerra Fría las noticias de pruebas nucleares en Francia y sus efectos en todo el planeta aparecían en la prensa local. Surgieron movimientos contra ellas, contra el desarme nuclear y, en última instancia, contra el fin de la guerra. En la década del 70, los movimientos de paz se arraigaron en todo el mundo. Monterrey se sumaría a ellos y es en ese contexto que surgen las tiras de Yungay 70, según nos cuenta su autor. Elton Honores señala que esas tiras fueron publicadas en Correo entre el 1 de mayo y el 24 de julio de 1978. El argumento de la obra consistía en que “un grupo de pacifistas extraterrestres comandados por Sorel, llega desde su lejano planeta a la tierra, con un propósito meramente científico: evitar el desastre de Yungay, provocado por las pruebas nucleares en el Atolón de Mururoa, en las costas del Océano Pacífico, que debilitan ciertas fallas geográficas”, según Honores.

Después vendrían otras adaptaciones como las de Ushanan Jampi, de López Albujar; historietas biográficas, como la de Miguel Grau, que para su autor es otro de sus trabajos más importantes. Para el año de 1980, Monterrey colaboraba en las páginas de humor del diario La Crónica (1980-1981). Simultáneamente, era ilustrador de las páginas políticas e editorial del diario El Observador y era el editor del suplemento Comics de este mismo medio (1980-1983). De 1983 a 1984 laboró como jefe de arte del suplemento educativo del diario La Crónica. Luego fue editor de los suplementos educativos Danielito y Magazín del diario La Noticia (1984-1985). También trabajó en el diario Expreso donde era Ilustrador del suplemento dominical Estampa, del Suplemento Escolar y de Familia entre los años de 1985 y 1986.  Regresa a trabajar en Ojo cuando este medio se estaba relanzando. “Fueron años de bonanza”, señala Monty. En este medió participó en la creación de tres suplementos: uno educativo, otro familiar y un tercero deportivo. Fue el ilustrador principal del suplemento Tareas para el hogar de ese medio, así como del suplemento educativo Ojo Para Estudiantes y de la revista Recreo. También fue ilustrador de la página Magaly Moro de ese diario. En el Bocón colabora como caricaturista de su suplemento deportivo. En esta década, ochentas, nos cuenta que hizo historietas para México. De 1986 a 2002 será el caricaturista de la página editorial del diario Ojo. En los siguientes años, 2002-2003, labora como ilustrador principal de las caricaturas de la página editorial del diario El Sol de Oro. Luego sería el ilustrador principal de Ediciones Verbo Vivo. Desde entonces a la fecha es ilustrador free lance en medios del país.

Sobre sus influencias, referencias y aporte a la historieta, Jorge Monterrey cuenta que era un asiduo lector de historietas extranjeras, sobre todo estadounidenses, y le gusta comprar libros ilustrados de geografía, de astronomía, entre otros. Mientras los leía pensaba en mejorar su técnica y, en general, el lenguaje de la historieta. “Monty” se ha nutrido de estas fuentes y ha logrado encontrar su propio estilo aportando al noveno arte dinamismo de los personajes, los cuales cobran más movimiento en sus viñetas (como, por ejemplo, el uso de tres viñetas para plasmar un golpe); además, la forma magistral de usar planos en sus viñetas como se aprecia en las tiras de 20.000 leguas de viaje submarino; la riqueza de los detalles de los ambientes en donde tiene lugar la historia como cuando aparece el submarino Nautilus en todo su esplendor. Jorge Monterrey confiesa que era consciente de que su trabajo no se limitaba a ilustrar un guion suyo o ajeno y que los dibujos podían ser tan o más expresivos que las palabras y que, por tanto, su labor era tan importante como la del guionista. “Monty” tiene más de 50 años trabajando en la historieta peruana y cientos de viñetas creadas. Es un maestro del cómic y el arte es su vida.