La historieta invade la CASLIT

  • Diversos personajes de antaño como Chépar, Manyute, el Super Cholo, La Rayo; y otros más actuales como el Cuy, invaden las instalaciones de la Casa de la Literatura Peruana.

El miércoles 2 de febrero, a las 7:00 p.m., en la Sala 15 de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Ancash 207, Antigua Estación de Desamparados) se inaugura la exposición “La historieta peruana”, que comprende un recorrido histórico y temático del comic peruano desde sus inicios hasta la década del 60. La curaduría de la muestra está a cargo de Carla Sagástegui, catedrática de la PUCP.

Se cree que la historieta peruana nació de la vinculación entre las anécdotas costumbristas (propias de los artículos de costumbres) y la vocación gráfica del entorno: innumerables semanarios se sucedieron en la segunda mitad del siglo XIX y generaron un espacio nuevo en la comunicación peruana.

Las primeras viñetas narrativas aparecieron en las páginas de El Perú Ilustrado (1887) dedicadas a satirizar temas cotidianos como nuestra abnegación por la moda o la antipatía por la suegra.

“El modernismo cambió la idea del dibujo al priorizar el contorno definido por la línea negra, recurso que inauguró la esencia del lenguaje gráfico de la historieta convencional. Las firmas más representativas que ilustraron los semanarios de la primera década del siglo XX, Chambón, Polar, Málaga Grenet y Valdelomar en Monos y Monadas (1906), crearon sus propios estilos modernistas en esta joven historieta que decidió volcarse a la sátira política, pero que nos alejó de la escuela estadounidense, concentrada en las aventuras de un solo protagonista por largas temporadas. Solo el público infantil, y en una sola revista, Figuritas, fue entretenida con las travesuras de niños de ficción”, explica la curadora de la exposición.

En la segunda década del siglo XX la historieta estadounidense construyó la estructura comercial que le permitió industrializarse. “Nacieron las agencias de distribución de cómics que influyeron sobre el formato de la historieta (en tiras cómicas y coloridos Sundays)”, señala Sagástegui.

La influencia de las revistas argentinas, la vinculación del periodista puneño Federico More con el movimiento Colónida y del destacado caricaturista Julio Málaga Grenet, explican la perseverancia de More por cultivar la historieta en la Revista Semanal  y en su propia publicación El hombre de la calle (1934). Carla Sagástegui explica, que en estas publicaciones More “apostó por una continuidad temática que requirió explorar la pluma de diversos dibujantes, a la manera en que empezaron a trabajar los primeros proyectos del  cómic en Estados Unidos”.

Pocos años después, el éxito de la historieta en las publicaciones infantiles y el nacimiento del comic-book en Estados Unidos, dieron lugar al nacimiento de la primera revista peruana íntegramente dedicada al género: Palomilla (1940). También surgió la historieta de acción que conjugaba personajes caricaturescos con otros realistas, mucho más cercanos a la vocación estética que primaba en el Perú, esto se pude ver en las dos largas sagas historietísticas que acompañaron por cuatro años a la revista Clímax (1943): Las aventuras de Pichiruchi de Arístides Vallejo y La Rayo de Pedro Challe.

Viñeta de "Super cholo".

En la década de los años cincuenta las revistas de humor chilenas marcaron el estilo del formato (el chiste o comic-book) y conjugaron el humor con el erotismo, un elemento nunca antes utilizado en la historieta peruana. Esto convocó a un público masculino.

En 1952, en un “acto sin precedentes” (como ha señalado Mario Lucioni), Última Hora “despidió a todos los personajes y anunció el arribo de nuevas historietas,  cada una a la búsqueda de una estética peruana proyectada hacia los diferentes integrantes de la familia: Sampietri, Serrucho, Boquellanta…”. Poco tiempo después lo hizo El Comercio, con el criollo Manyute y el astronauta peruano Chépar, quien generó un espacio más amplio para la ficción y el absurdo.

Para conocer un poco más de la historia de este género, Carla Sagástegui dictará un Taller de Comic dedicado al argumento de la historia, que se realizará todos los jueves de febrero (3, 10, 17 y 24), en los horarios de 6:30 a 7:30 p.m. En la última sesión del taller Abril Filomeno dictará un curso rápido de story board. Los interesados pueden inscribirse llamando al teléfono: 426 2573. El taller es gratuito y hay 20 vacantes.

Para los amantes de las historietas el miércoles 9 de febrero se realizará un Conversatorio con Juan Acevedo, el creador de los comics Cuy y La araña no, a las 5:00 p.m. en nuestro auditorio.

Cabe resaltar la colaboración del Instituto Cultural Peruano Norteamericano, sin el que no habría sido posible realizar esta exposición. Los paneles que conforman la muestra fueron facilitados por el ICPNA y formaron parte de una exhibición previa que se llevó a cabo en el ICPNA de San Miguel, en el año 2003. La curadora de la referida muestra también fue Carla Sagástegui. Originalmente, la exposición de los primeros 80 años de la historieta peruana se componía de 55 paneles, en esta ocasión se están utilizando 34 paneles correspondientes al periodo que abarca desde 1887 hasta 1963, y está compuesta por las historietas para adultos.

El ingreso a todos los eventos es libre.