“El gran error de la naturaleza humana es adaptarse. La verdadera felicidad está construida por un perpetuo estado de iniciación, de entusiasmo constante. (…) Ser el eterno forastero, el eterno aprendiz, el eterno postulante: he allí una forma para ser feliz”. Así reflexionaba Julio Ramón Ribeyro (1929-1985) en una carta para su hermano Juan Antonio escrita en 1954.
Esta cita da nombre a “El eterno forastero. Homenaje a Julio Ramón Ribeyro”, exposición fotográfica con la que la Casa de la Literatura Peruana recuerda a nuestro escritor, quien falleció hace 20 años. La muestra se inauguró ayer con una gran asistencia del público, que tuvo un reencuentro con uno de los literatos peruanos más queridos y celebrados.