Luis Hernández: entre el juego de espejos, el poeta-niño y el dios Apolo

El congreso sobre Luis Hernández presentó las investigaciones recientes sobre el trabajo del autor. (Foto: Tom Quiroz)
El congreso sobre Luis Hernández presentó las investigaciones recientes sobre el trabajo del autor. (Foto: Tom Quiroz)

 

Los estudios académicos sobre la obra de Luis Hernández intentan seguirle la pista y el ritmo a su poesía lúdica, irreverente y espontánea. Diego García Flores, Fiorella León y Teo Pinzás, tres jóvenes investigadores literarios abrieron la segunda y última jornada del Congreso Solitarios son los actos del poeta: Homenaje a Luis Hernández organizado por la Casa de la Literatura Peruana. Ellos compartieron sus respectivos análisis sobre la poética de Billy The Kid, Gran Jefe Un Lado del Cielo o simplemente Luchito Hernández.

Diego García Flores, licenciado en Lingüística y Literatura por la Pontificia Universidad Católica del Perú analizó la relación entre la vida y obra de Luis Hernández, centrando su explicación en la libreta titulada Una impecable soledad, un trabajo —a decir del ponente— en formato novelístico que tiene como personaje al pianista Shelley Álvarez. “Aquí encontramos una estrategia del desdoblamiento con una serie de guiños, donde incluso el estilo de la prosa del personaje se parece a la del narrador”, sostuvo García Flores.

En la poesía de Hernández y particularmente en Una impecable soledad se observa una referencia a su biografía, así también se incluyen poemas de otros textos del autor. “La frontera entre vida y obra es porosa”, añadió. “El personaje de Una impecable soledad tiene dos pianos y dos autos como el propio Hernández”, remarcó.

Por su parte, Fiorella León, licenciada en Literatura por la Universidad de San Marcos, centró su análisis en la relación lúdica de la poesía de Hernández con la crítica y libros de mediados de la década de 1960. La investigadora postuló la figura simbólica del “poeta-niño” para graficar la actitud poética del autor. “Él no se sentía como un poeta, pero se sentía como un provocador Rimbaud”, señaló. Asimismo, resaltó su desconfianza en los editores y en los críticos.

En su poesía, sostiene León, Hernández expresa el misterio de sus propias emociones con sinceridad y transparencia. Lo hace de manera espontánea, como un niño. “Hernández, como niño, no veía lo trivial del mundo. Se impuso la visualización de la obra de arte”, explicó.

Finalmente, Teo Pinzás, egresado de Literatura por la PUCP y editor del sello Pesopluma, tituló a su ponencia Apolo y la curación del dolor en la poesía de Luis Hernández. En su análisis dio cuenta de la relación entre el dios griego de la Medicina con la curación del dolor y del alma a través de la poesía. “Hay una conexión de influjo lumínico de la poesía de Luis Hernández con Apolo. A través de un lenguaje juvenil y coloquial establece un diálogo con Apolo desacralizándolo”, afirmó.

La figura de Apolo en la poesía de Hernández está presente y además de la curación del dolor muestra la relación del artista como creador de poesía.