El aprendizaje a través de la música en la primera infancia

(Eduardo Vásquez)
Fue la última mesa del VII Congreso de Literatura Infantil y Juvenil. (Eduardo Vásquez)

La última mesa redonda del VII Congreso de Literatura Infantil y Juvenil fue Palabra, juego y música, donde participaron las educadoras Vicky Coronado, Sara Paredes y Luzmila Mendivíl, y moderó Silvia Meza, coordinadora del Programa de Bebetecas de la Casa de la Literatura Peruana. En este espacio de reflexión se abordó el aprendizaje a través de la música en la primera infancia.

La educadora y músico terapeuta Vicky Coronado fue la primera en abordar el tema a través de su ponencia denominada Música promotora de la palabra y la creatividad en la primera infancia. “La música no solo nos brinda infinitas posibilidades para el desarrollo de los niños y niñas, sino que favorece a que desarrollen sus capacidades comunicativas, que adquieran la palabra y el lenguaje de una manera placentera y creativa”, indicó.

Luego precisó que todas “las personas tienen una capacidad innata hacia la música que necesita ser siempre estimulada y alimentada hasta que sea adquirida como un lenguaje más y un medio de expresión propio. (…) El ritmo, la melodía, la armonía, la forma, el color y la textura (de la música) irán dando todo el mundo al bebé en su proceso de descubrirlo”.

“La voz de la mamá ya sea a través de la palabra o el canto es el principal elemento de seguridad, de protección, así como de momento placentero promoviendo un desarrollo, seguro, confiable y creativo invitándolo a expresarse corporal y verbalmente despertando el deseo de oralidad del bebé”, añadió.

Indicó la importancia de cantar y de jugar con los niños. “Jugar con los sonidos, oír, escuchar, no escuchar, ensayar, imitar con su voz favorecen el desarrollo de la capacidad auditiva hasta llegar a la capacidad de hablar, de emitir las palabras y luego de construir el lenguaje oral”, aseguró.

EXPERIENCIA

Por su parte, la educadora por el arte y creadora escénica Sara Paredes compartió su experiencia en la elaboración de un disco que recopila las enseñanzas del pueblo ashaninka a través de canciones que hablan de los saberes tradicionales de este pueblo como son: “el saber del cuidado de la madre, la utilización de las plantas, de la alimentación de las madres y los niños, como lograr que los niños aprendan a caminar, y otros muchos saberes”.

“Todo momento de la vida está acompañado de la sonoridad”, explicó acerca de la importancia de rescatar estos cantos originarios que ayudan no solo a generar los lazos entre los niños y las madres, sino que preserva el patrimonio de una cultura.

IMPORTANCIA DEL SONIDO

La educadora musical Luzmila Mendivíl presentó su ponencia sobre la música, la palabra y el juego, donde habló de la experiencia de los niños con los sonidos. 

“En el vientre está la primera escuela musical (de los niños), porque desde el cuarto mes cuando el oído está en formación, el niño escucha sus ritmos, los sonidos del cuerpo de la mamá, los sonidos y ritmos ambientales que van formando un primer universo de experiencias sonoras que calman o alteran al niño, que le agrada o desagrada, es un primer alimento musical”, explicó.

“A diferencia de otras artes todo ser humano ya trae una mochila de experiencias musicales, es muy importante, porque desde la etapa de formación el bebé está participando una serie de experiencias”, añadió.

Luzmila Mendivíl indicó que el juego a través de la música llevan a los niños a descubrirse. “El niño comienza a jugar con la música, que es un lenguaje no verbal. Los sonidos guturales, balbuceos, palabreo, la escucha activa, constituyen una forma de entrar a un mundo que el niño va construyendo con música y juego, escucha y juego, que llevan al niño al descubrimiento del yo, del lenguaje y a la forma que operan en el mundo”, acotó.

“Todo este proceso se complemente con la presencia de un adulto, madre, padre, abuela, abuelo o cuidador que promueva esta comunicación emocional e intensa que un momento baila, canta, se balancea con y para el niño, donde el vínculo se fortalece desde la música”, agregó.

Detalló la importancia de la palabra cantada en el proceso de aprendizaje. “Cada palabra tiene una estructura rítmica, un acento en suma cada palabra tiene su propia música (…) La palabra cantada crea una nueva forma discursiva, una forma diferente de pensar, sentir y expresarse con la lengua más perceptiva”, manifestó.

“Palabra, juego y música se potencian mutuamente en las canciones para niños, pero su magia puede actuar de una manera perversa si los responsables: padres, docentes, cuidadores, abuelos, no advierten de manera crítica los mensajes que se reiteran uno y otra vez a los niños. Los niños no están en etapa ni tienen juicio crítico, sino son los adultos los que deben asumir esa responsabilidad”, sentenció.