Las imágenes en los libros como primeras lecturas

De izquierda a derecha: Micaela Chirif, Mónica Correia y Beatriz Vega Ochoa. (Foto: Eduardo Vásquez)
De izquierda a derecha: Micaela Chirif, Mónica Correia y Beatriz Vega Ochoa. (Foto: Eduardo Vásquez)

 

Durante la mesa redonda Palabra e imagen, en el marco del VII Congreso de Literatura Infantil y Juvenil, se compartieron tres visiones acerca del vínculo entre la palabra y la imagen como punto de partida de la lectura en la primera infancia y el acompañamiento necesario que cumplen tanto los padres de familia como los mediadores de lectura. Participaron la representante del programa CunaMás, Beatriz Vega Ochoa, la escritora Micaela Chirif y la investigadora en primera infancia Mónica Correia (Brasil).

La funcionaria de CunaMás refirió que esta iniciativa trabaja como un programa social focalizado en zonas de pobreza y pobreza extrema en niñas y niños menores de tres años. Para ello se apoyan en el acompañamiento que realizan las familias y los facilitadores, estos últimos miembros de la comunidad que reciben la capacitación del CunaMás. Asimismo, mencionó que en las visitas que realizan en las comunidades rurales e indígenas para ellos el momento más importante se denomina “Cuéntame un cuento”, el cual consiste en dinámicas a partir de juegos vocálicos, canciones rimadas y praxias linguales. “Leer es un espacio íntimo de interacción y comunicación en todas las formas”, mencionó Vega.

Para dicha etapa se apoyan en láminas y en libros que contienen imágenes, las cuales buscan que los padres de familias construyan un relato que puedan compartir con sus hijos. Estas imágenes reflejan la realidad de cada comunidad y buscan explorar la cotidianidad de cada familia.

Por su parte, la escritora Micaela Chirif compartió su experiencia como autora de libros álbum, especialmente de su último libro ¿Dónde está Tomás? Este punto dio pie para que compartiera algunos aspectos sobre el libro álbum, partiendo de la combinación de las palabras con las imágenes. “El libro álbum rompe la asociación inmediata. La relación del texto y la imagen es arbitraria”, señaló. “Mi libro (¿Dónde está Tomás?) tuvo como punto de partida el juego, la repetición de situaciones con una pequeña historia de fondo”, comentó.

En otro momento Chirif reflexionó sobre las dificultades que un autor de libro álbum enfrenta especialmente en nuestro país. “La literatura infantil no es tan valorada. Se cree que cualquier persona puede escribir libros para niños.

La investigadora brasileña Mónica Correia, en tanto, manifestó que antes de abordar la relación imagen y palabras es necesario tomar en cuenta dos momentos: la relación de la niñez con el lenguaje y el concepto que se tiene del niño y su relación con el mundo. En el primer caso, sostuvo que el niño adapta el lenguaje al contexto de su vida cotidiana. “Luego se da una transformación radical cuando el niño aprende a usar la palabra por primera vez”, añadió. En el segundo momento, el niño reproduce en sus juegos la vida cotidiana. “El niño tiene un límite menos definido entre la realidad y la fantasía respecto del adulto”, señaló.

“Los libros ilustrados o álbum son objetos culturales importantes para garantizar la lectura plural. Los libro álbum sin importantes en la formación de lectores literarios”, afirmó Correia, quien considera, además, que en la formación de los futuros lectores es importante la mediación lectora, es decir, el acompañamiento de docentes o personas con formación y especialización en la lectura infantil.