Hacer libros para otros y los propios: una charla con Jéssica Rodríguez

 Jéssica Rodríguez en uno de los pasajes del encuentro con los niños. (Foto: Tom Quiroz)
Jéssica Rodríguez en uno de los pasajes del encuentro con los niños. (Foto: Tom Quiroz)

La editora y escritora Jéssica Rodríguez fue la invitada del ciclo ¿Nos hemos visto en un cuento?, actividad de la Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo. Ella interactuó con los niños y contó su experiencia como autora y su particular interés en rescatar los mitos y tradiciones del Perú.

 

Cuerpecitos inquietos sobre una alfombra azul. Ojitos que se mueven y aguardan atentos lo que va a suceder. Una niña con una muñeca dentro de un cochecito; un niño lleva en la espalda una mochila en forma de un perro de orejas largas; otro pequeño con un muñeco-tortuga de caparazón lila. Atrás, en las sillas, sus padres, abuelos y demás familiares. La actividad está por comenzar.

“¿Qué hay dentro de un libro?”, pregunta la mediadora de la Sala Cota Carvallo. “Vocales”, dice una de las niñas. “¿Quiénes hacen los libros?”, interroga nuevamente. “Los escritores”, responde otro de ellos. “¿Y quiénes más?”, vuelve a preguntar. “Los que hacen las imágenes”, responde una pequeña. Luego de esta introducción toma un libro y les lee “El gato negro”, uno de los cuentos que forman parte de Memorias del aire, del agua y del fuego. Mitos y leyendas del Perú, el cual selecciona mitos y tradiciones de las diversas regiones del país. “Esta historia fue escrita por Jéssica Rodríguez junto a Carlos Garayar y ella está esta tarde con nosotros”.

Jéssica Rodríguez —blusa verde con flores y pantalón negro—, ingresa y esboza una sonrisa amplia y las mejillas sonrosadas por la tarde calurosa. Comienza el diálogo con los niños.

“Tengo varios años haciendo libros para otros y apenas cuatro años escribiendo ficción. Hace tres años junto a mi esposo, Carlos Garayar, recibimos el premio El Barco de Vapor por la novela La zona invisible”, comenta inicialmente al resaltar su trabajo como editora. Confesará a continuación que no se siente escritora. “Soy alguien a quien le gusta la literatura. Normalmente un escritor suele tener una línea de temas y obsesiones. Lo mío en ficción es más desordenado. Cuando escribo me gusta mucho la investigación y escribir a partir de lo que he leído”, señala. Recuerda su formación como docente y que le gusta mucho los diversos géneros literarios.

A propósito de la historia que acababa de ser leída, la invitada recuerda que ese proyecto fue un encargo editorial y que tenía por objetivo recopilar mitos y tradiciones del Perú. El trabajo añadido y diferente fue el de escribir cuentos a partir de los personajes de estas tradiciones: el Chullachaqui, la Achiqué, entre otros. “Lo particular que encontramos en estos mitos era que sus personajes son seres solitarios que tratan de acercarse a la gente y ser queridos”. Particularmente, el cuento “El gato negro” es un homenaje a Edgar Allan Poe con la diferencia de que este gato es del ámbito rural.

La labor profesional de Jéssica Rodríguez se desarrolla especialmente en el campo editorial, donde ha impulsado la publicación de diversas colecciones. Así, fue que recordó haber trabajado la colección Niños del Perú, de editorial Panamericana. Allí sus protagonistas son niños de la costa, andes y Amazonía. Otra colección que presenta textos suyos es Un día con…, donde dos niños realizan preguntas y visitan a personajes ilustres como Mario Vargas Llosa, Chabuca Granda o Julio Ramón Ribeyro. “Una colección que me enorgullece mucho es Clásicos del Perú”, señaló. Estos libros buscan ofrecerles a los adolescentes un primer acercamiento a autores como César Vallejo, Ricardo Palma, Abraham Valdelomar, el Inca Garcilaso de la Vega; entre otros. Además, anunció que próximamente saldrá un libro dedicado a Clorinda Matto de Turner.

Jéssica ha ido pasando sus libros a los niños sentados en la alfombra. Ellos hojean las páginas, conversan entre ellos, mientras el diálogo ahora se dirige a los adultos. “Todos podríamos ser rescatadores del folclore”, afirma. “Es un esfuerzo que desde José María Arguedas no se ha vuelto a hacer en la misma medida”, añade. “El sueño nuestro, de Carlos (Garayar) y mío, es que estas historias se lean”, expresa. Resalta también que editorialmente todavía no se ha hecho un trabajo a la altura de la riqueza de nuestras tradiciones.

La charla concluye y hay una imagen que podría ser la mejor síntesis de este encuentro: los niños en grupo hojeando las ilustraciones del libro de mitos y tradiciones que la autora les invitó a revisar.

Este cuento, por el momento, se ha terminado.