“Hay que perderle el respeto al libro para adaptarlo al cine”

La escritora y guionista Giovanna Pollarolo se presentó en la charla Cine y Literatura peruana . (Eduardo Vásquez)
Giovanna Pollarolo se presentó en la charla Cine y Literatura peruana. (Eduardo Vásquez)

 

La escritora y guionista Giovanna Pollarolo compartió su experiencia en la adaptación de películas durante la charla Cine y Literatura peruana, donde explicó la estrecha relación entre ambas artes.

La autora invitada se refirió a las críticas a las adaptaciones cinematográficas por no ser fieles totalmente a la obra. En ese sentido, aseguró que no puede haber un filme que sea exactamente igual al libro porque “son lenguajes distintos”. “Pretender que el cine retrate de la misma manera un libro es un deseo imposible”, añadió y recomendó que las personas reflexionen y busquen otros puntos para analizar una adaptación.

Pollarolo reveló cómo es el trabajo en la adaptación de la obra y explicó que los guiones muestran un visión especifica del autor, “porque cada lector tiene una interpretación de la novela, le presta atención a un aspecto. (…) El director y el guionista son también lectores y las adaptaciones son su lectura, su visión (de la novela)”.

 

SUS ADAPTACIONES

La guionista luego se refirió al trabajo de tres de sus adaptaciones: Pantaleón y las visitadoras de Mario Vargas Llosa, No se lo digas a nadie de Jaime Bayly y Tinta roja de Alberto Fuguet.

“En el caso de Pantaleón… lo primero que se decidió fue eliminar el tema religioso y a la suegra del protagonista. Lo segundo fue escoger la lectura”. La escritora narró que un diálogo entre ‘Pochita’ y ‘Pantaleón’, donde la mujer le reclama que obedezca a todas las órdenes al pie de la letra y se obsesione con estas. “Mi lectura con estas líneas fue que él no era libre”, indicó que esa fue su visión y el concepto de la adaptación.

En la cinta No se lo digas a nadie comentó que el trabajo de la adaptación se centró en el personaje principal. “El personaje en la novela cambiaba mucho. Nosotros decidimos convertirlo en un personaje que toma la decisión de ocultarse, de ocultar su homosexualidad y de aceptar entrar en el mundo heterosexual, de acuerdo a la norma hegemónica”, detalló.

Para la película Tinta Roja reveló que Alberto Fuguet les dio completa libertad para trabajar la película. “Era difícil de adaptar la novela, porque se intercalaba las noticias que iban descubriendo los periodistas y la vida de ellos. La estructura de la novela no era útil para el cine. Era difícil de manejarla”, precisa.

“Opté por hacer como una narración desde el presente que iba yendo hacia atrás. Empieza con una fiesta en un bar y eso, en realidad, sucede mucho más adelante en la película. Hice un gran flashback que va regresando, eso sirve para que alguien pueda narrar y se puedan mostrar las escenas de una manera más desordenada y no tan lineal”, añadió.

Pollarolo contó que el personaje Van Gogh, que es interpretado por Carlos Gassols en Tinta roja, fue creado para dar un balance al cuarteto periodístico. “En el libro, el camionero -quien era el chofer- y el fotógrafo tenían personalidades muy parecidas y no conviene en el cine mostrar dos personaje iguales o similares, por eso busqué poner a un personaje más reflexivo”, señala.

La guionista también reveló que ella prefiere desarrollar sus textos conociendo a los actores que interpretarán a los personajes. Además, indicó que en su experiencia personal ella toma las novelas para adaptar como una herramienta de trabajo. “Lo primero que recomiendo cuando vayan a adaptar es que le pierdan el respeto a la novela y trabajen libremente”, precisó.

Además, destacó la adaptación de la novela La pasajera de Alonso Cueto en la cinta Magallanes. “Es una muy buena adaptación. Es una lectura muy inteligente de la novela”, acotó.

 

El CINE INFLUYE EN LA LITERATURA

Pollarolo indicó que desde la aparición del cine, las novelas y cuentos pueden haber sido influenciados por la forma de narración que brinda el séptimo arte.

“Ciertas estructuras del narrador, el color, mostrar las escenas casi sin intervención del narrador, que predominen el diálogo, que se hagan saltos elípticos mucho más radicales como los puede hacer el cine, por ahí pasa la influencia”, detalló.

Pollarolo destacó al escritor argentino Manuel Puig como uno de los primeros escritores latinoamericanos que mostró abiertamente en su obra su afición al cine y el uso el cine para volverlo literatura. Mencionó que esa referencia se puede apreciar en las novelas El beso de la mujer araña y La traición de Rita Hayworth.

 

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