Abuelas y Abuelos Cuentacuentos: entusiasmo y nervios de un debut

Nuevos integrantes del Programa Abuelas y Abuelos Cuentacuentos contaron historias frente al público por primera vez. (Eduardo Vásquez)
Nuevos integrantes del Programa Abuelas y Abuelos Cuentacuentos contaron historias frente al público por primera vez. (Eduardo Vásquez)

Presentamos una crónica de la primera presentación de los nuevos integrantes del Programa Abuelas y Abuelos Cuentacuentos de la Casa de la Literatura Peruana, voluntariado que lleva cuatro años capacitando a adultos mayores como narradores orales.

 

Por Ricardo Flores Sarmiento

Sergio Calle, uno de los nuevos integrantes del Programa de Abuelas y Abuelos Cuentacuentos, fue acompañado por sus dos nietas y su hija a la clausura de la capacitación del voluntariado el jueves 30 de marzo. De pie, frente al público que lo observaba en el auditorio, narró por primera vez una historia. “Estoy completamente seguro de que, si no hubiera venido acá, jamás lo hubiera hecho, jamás hubiera hablado ante tanta gente”, confesó.

Luego de dos meses de preparación cerca de 35 nuevos integrantes del Programa de Abuelas y Abuelos Cuentacuentos realizaron su primera presentación dejando traslucir nervios, entusiasmo y pasión. Al igual que Sergio otros integrantes también debutaron contando una historia en un auditorio.

“Es la primera vez que hablo en público, no sé si estuvo bien o mal”, contó Isabel Wiese, quien fue felicitada por algunos de sus compañeros. Ella es una de las abuelitas más queridas del grupo y siempre aprovecha para deleitar a los integrantes del voluntariado con otro de sus talentos: el canto. “(La capacitación) fue una experiencia agradable”, agregó.

“La experiencia nos ha parecido bonita, aprendemos cada día más. (…) Siempre tuve este sueño, pero ahora parece que se realizó. Pensé que nunca lo iba lograr, lo tenía en el pensamiento”, dijo Olga Ponce.

Isabel Wiese y Olga Ponce viven en el Hogar Canevaro y compartirán su experiencia en el Programa de Abuelas y Abuelos Cuentacuentos en un voluntariado en el colegio Sevilla, donde narrarán historias a los niños y niñas de esta institución.

 

ELECCIÓN DE RELATOS

La preparación en el del Programa de Abuelas y Abuelos Cuentacuentos se divide en dos partes. Hilo y memoria, que busca que los participantes puedan crear una historia a través de su experiencia personal y la segunda etapa es un trabajo literario, donde los abuelitos deben incluir relatos de la tradición oral o cuentos en su repertorio.

Durante la segunda parte de la preparación los abuelitos tuvieron que aprenderse tres relatos: Sopa de piedras, El vengador espíritu fantasma y El misterio de las islas de Pachacamac. En su primera presentación eligieron uno de ellos para narrar.

“Yo trabajé en el Instituto Nacional de Informática y Estadística y por mi trabajo llegué a Cotahuasi para hacer una encuesta en caseríos. Ahí había unas piedras que las pulían y las ponían al sol, se ponían brillosas y eso lo echaban al caldo y aparte le echaban verduras, carnes, como hacen el puchero en Arequipa”, contó Haydee Pretell, quien por ese motivo eligió relatar Sopa de piedras.

Durante las presentaciones algunos se disfrazaron, como el señor Américo Cayetano, y otros mostraron su destreza para crear una historia que envuelva el relato original como fue el caso de Alida Castañeda, quien convirtió el cuento El vengador espíritu pirata en la historia que le cuenta una mujer a su esposo luego de que él vio a un fantasma.

 

EXPERIENCIA EN EL PROGRAMA

Cada uno de los integrantes de Abuelas y Abuelos Cuentacuentos tiene una historia de lo que les llevó a pertenecer al programa y capacitarse. Además, lo que han obtenido tras finalizar el curso.

“Yo soy lector. Acá está despertando una parte que no conocía. Tengo la versión de dos cuentos, gracias a que acá me abrieron la mente en el sentido que uno puede crear y también utilizar la palabra. Yo también ya puedo manifestarme de esa manera con mis nietas”, dijo Sergio Calle, quien llegó acompañado de su hija y dos nietas a la presentación.

“Tengo una hija que estudia en el extranjero, que le conté cuentos desde los 3 años y medio hasta los 12. Todos los días un promedio de seis cuentos. No comía sino le contaba cuentos en el almuerzo y en la cena. Tantos años… son miles de cuentos. Me volví un poquito diestro, tanto que me daba tres palabras y yo armaba un cuento. (Ella) se enteró de esto y le avisó a mi esposa, quien me avisó a mí, y vine para aprender técnicas para contarles cuentos a mis nietos que aún no tengo, pero al enterarme que es un voluntariado precioso me quedo”, confesó Víctor Gonzales.

“Yo me animé a participar porque he sido profesora de Literatura, tengo una amiga en la cuarta promoción que ha estudiado en la universidad. Lo animé a mi esposo que es periodista y los dos hemos venido”, indicó Haydee Pretell.

El Programa Abuelas y Abuelos Cuentacuentos, que inició en el 2013, es un voluntariado sin fines de lucro que busca capacitar e involucrar a personas adultas mayores en el arte de la narración oral, a fin de que puedan desempeñarse como mediadores de lectura.

Una vez al año se abre la convocatoria a través nuestra página web para capacitar a los nuevos integrantes.