En marzo de 1947, Sebastián Salazar Bondy obtuvo el Premio de Teatro Consejo Nacional de Teatro en género Cómico, por su opera prima, la farsa Amor gran laberinto en 1947. Otorgado por el Ministerio de Educación Pública, el premio incluía un estímulo pecuniario más la obligación de la puesta en escena de la obra por la Compañía Nacional de Comedias en la Temporada a iniciarse en julio del mismo año.
El premio era parte de la política cultural (Ley 10307) de promoción del teatro peruano, instituida el gobierno de José Luis Bustamante y Rivero y secundada de manera entusiasta por la Cámara de Diputados del Frente Democrático Nacional, coalición de partidos con mayoría del Partido Aprista Peruano. Tenía como campo de acción el teatro bajo una institucionalidad de carácter integral y complementaria: consultiva (Consejo Nacional de Teatro), promoción y difusión (Compañía Nacional de Comedias, CNC) y formación y educación (Escuela Nacional de Arte Escénico, ENAE).
Si bien el jurado por reconoció la calidad literaria, vena cómica y riqueza del lenguaje poético de Amor gran laberinto, también dejó constancia de su reserva “con respecto a cierta crudeza adjetiva de algunos pasajes de la farsa, que no añaden valor substancial a la obra”1 . Esta crítica dio inicio a una activa polémica a los críticos de los principales medios periodísticos, El Comercio, La Prensa, La Crónica y la restituida La Tribuna, a los cuales se habían sumado algunos diarios y semanarios nuevos, como Jornada y La Nación.
El caso es que dos meses después, el Departamento de Teatro Nacional y Escolar del Ministerio de Educación suspende los ensayos de la obra, y pide se la retire de la Temporada 1947 de la Compañía Nacional de Comedias. Según Cesar Arróspide de la Flor, a la sazón Director del Departamento de Educación Artística del Ministerio de Educación y a la vez Presidente de la Acción Católica, la suspensión se debió a “razones particulares de orden político y moral”. … “La obra era una sátira contra la situación política nacional, que pudiera ocasionar algunos resentimientos y que atenta contra las buenas costumbres”2 . Es importante señalar también que el Ministerio de Educación, a la sazón en manos de Cristóbal de Lozada, también vetó la inclusión de Calígula de Albert Camus y Deseo bajo los Olmos de Eugene O’Neill en la Temporada 1947 de la Compañía Nacional de Comedias.
Felizmente, la cosa no paso a mayores, y Amor Gran Laberinto fue puesta en escena el julio de 1947, como cuarta y única obra peruana de la temporada 1947.
Sebastián Salazar Bondy ya se había iniciado como periodista cultural desde el año anterior, cubriendo desde Jornada y La Nación, la temporada de la Compañía Dramática de Margarita Xirgú y los pormenores de la política cultural teatral expuestos en la instalación e inicio de actividades de la Compañía Nacional de Comedias (CNC) y la Escuela Nacional de Arte Escénico (ENAE). En esta ocasión incluyó una nota acerca de la obra, ejercicio autocritico que se hará habitual en su futura producción dramatúrgica3.
Los documentos que sustentan esta coyuntura cultural y política, forman parte de la Sección Teatro de la Exposición Sebastián Salazar Bondy: El Señor Gallinazo vuelve a Lima, sita en La Casa de la Literatura Peruana, desde noviembre 2014 hasta mayo 2015.
(Texto preparado por Gustavo von Bischoffshausen)
1.Carta de Eduardo Busalleu Ricart, Jurado Premio de Teatro Consejo Nacional de Teatro 1947. Lima 20 de marzo de 1947. Archivo Familia Sebastián Salazar Bondy.
2. Carta de Cesar Arróspide de la Flor, Lima 11 de julio de 1947. Archivo Familia Sebastián Salazar Bondy.
3. Sebastián Salazar Bondy. ¿Qué es “Amor, gran laberinto?. EN La Nación, 30 de marzo de 1947, p. 4.
