Las diferentes ediciones de “Prosas apátridas”

A propósito de nuestra Jornada de Lectura Ribeyriana de este domingo 24, a las 4 p.m., presentamos una nota con algunos datos y curiosidades sobre las distintas ediciones de este libro fascinante e inclasificable de Julio Ramón Ribeyro. Ingreso libre.

Por Bruno Ysla Heredia (Biblioteca Mario Vargas Llosa)

La primera y segunda edición de Prosas apátridas fueron publicadas en 1975 por la editorial barcelonesa Tusquets y contenían 89 prosas sin numerar. La cubierta dorada parecía una reproducción del pasaporte de Julio Ramón Ribeyro, quien, en carta al escritor Luis Loayza le manifestó que el diseñador aparentemente no entendió que el título no se refería a él sino a las prosas sin género literario específico. Estas ediciones incluían un prólogo de José Miguel Oviedo dedicado “Al gato y al ratón”.

La primera edición peruana fue publicada en julio de 1978 por la editorial Milla Batres y tenía un total de 150 prosas numeradas. Se le agregó al título la palabra “aumentadas” en una posible referencia a una carta de Loayza donde exhortaba a Ribeyro a publicar “nuevas ediciones aumentadas”. Contenía, además, un prólogo de Abelardo Oquendo. Ribeyro anotó en su diario que la portada naranja con su imagen en gris le pareció “pésima” e “insípida”.

La tercera edición de Tusquets presentó las 200 prosas definitivas, se le agregó al título la palabra “(completas)”, y fue publicada en febrero de 1986. En la cubierta se observa el facsímil de un manuscrito, donde Ribeyro solicitaba a la editorial respuesta sobre la publicación de la primera edición. No incluye prólogo pero sí una nota del autor donde explica finalmente la razón del título.

Posteriormente, en 1992, apareció una segunda edición peruana, por Milla Batres y COFIDE, de cubierta celeste y con la imagen de una pintura de Herman Braun para la que Ribeyro posó en 1978. La última edición fue publicada en 2006 y en 2013 para el Perú por Planeta/Seix Barral. La cubierta es de color blanco y presenta un dibujo realizado por el mismo Ribeyro en su cuaderno de apuntes mientras estuvo en el sanatorio de Montreux en noviembre de 1987. Lo dibujado es un pajarillo y lo acompaña un texto que dice: “Pajarito negro negro de pico amarillo amarillo”.